
¿Por qué la fiebre suele empeorar durante la noche y no de día?
La fiebre suele sentirse más intensa durante la noche, y aunque parece casualidad, tiene una explicación basada en biología, inmunología y nuestro ritmo circadiano.
La fiebre como aliado del sistema inmunológico
La fiebre no es una enfermedad, sino una defensa activada por el sistema inmunitario, frente a una infección, se liberan pirógenos que actúan sobre el hipotálamo —el “termostato” interno del cuerpo— elevando su regulación (aumentando la temperatura corporal).

VER MÁS La 'psicosis por IA' y sus riesgos para la salud mental
Expertos alertan sobre un nuevo trastorno mental inducido por la interacción con inteligencia artificialEste aumento ayuda a combatir los patógenos, pues muchos funcionan peor con calor y ciertas células defensivas actúan mejor en ese entorno.
Ritmo circadiano y descensos de cortisol
Nuestro cuerpo regula la temperatura según el reloj biológico: suele ser más baja durante la madrugada y alcanzar su pico por la tarde o noche.
Cuando estamos enfermos, la fiebre se “superpone” a ese patrón: aunque la base térmica baja, la respuesta inmunitaria la impulsa hacia arriba.
Además, por la noche disminuye la producción de cortisol —una hormona con efecto antiinflamatorio— lo que permite que los pirógenos eleven más la temperatura.
El sueño colabora pero también se complica
Dormir ayuda enormemente a recuperar fuerzas: durante el sueño profundo aumentan ciertas citoquinas, esenciales en la respuesta inmunitaria.
Sin embargo, la fiebre suele dificultar conciliar el descanso, a esto se añade que, en silencio y oscuridad, somos más conscientes del malestar —dolor, calor, frío— que durante el día ni siquiera notamos tanto.
Postura, congestión y percepción del malestar
Al estar acostados, se altera la distribución de fluidos, por ejemplo, la congestión nasal empeora, ya que el drenaje natural se dificulta en posición horizontal.
Además, el entorno nocturno y la falta de distracciones intensifican la sensación de malestar.
¿La fiebre nocturna es peligrosa?
La fiebre nocturna no es automática señal de gravedad; incluso suele indicar que el sistema inmunitario está en pleno funcionamiento.

VER MÁS Perder la audición
Una afección que puede venir con la vejezAun así, puede resultar especialmente molesta debido al calor, los sudores, los escalofríos y las condiciones del entorno —habitación cerrada, cobijas, poca ventilación— que dificultan disipar el calor corporal.
¿Cuándo intervenir?
Si la fiebre es moderada y no hay síntomas alarmantes, dejar que siga su curso puede ser lo más adecuado.
No obstante, si provoca mucho malestar, impide dormir, es muy alta o viene acompañada de síntomas graves —como dificultad para respirar, confusión o convulsiones— conviene intervenir.
Se pueden usar antipiréticos (como paracetamol), medidas físicas (mantener la habitación ventilada, vestirse con ropa ligera, mantenerse bien hidratado) o buscar orientación médica si hay dudas.
Una estrategia evolutiva incómoda
Desde una perspectiva biológica, que la fiebre se intensifique por la noche tiene sentido: al estar en reposo, el cuerpo puede dedicar más recursos a combatir la infección.

VER MÁS Demencia, primeras señales
Claves para identificar y acompañar con dignidad al adulto mayorIncluso, si el malestar perturba el sueño, es posible que sea una forma de mantener al organismo más alerta frente a la infección.