
¿Por qué vacunar es imprescindible para la salud?
“En mayo de 1980, después del inmenso aporte de una vacuna, sumado a otros innumerables esfuerzos de control sanitario mundial, la viruela se transformó en la primera enfermedad infecciosa en declararse erradicada por la Organización Mundial de la Salud”, explica Antonio Lazcano Araujo, investigador de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México, en el Coloquio de Divulgación del Instituto de Ciencias Nucleares.
El logro de esta vacuna fue del doctor Edward Jenner, pero casi inmediatamente a su descubrimiento, prejuicios de distinta índole, como políticos y religiosos se opusieron a él. Desde entonces se tiene registro del movimiento antivacunas, una corriente de opinión que, además de desinformar, pone en riesgo la vida de las personas, sobre todo de los menores que necesitan de este tipo de preparación biológica para protegerse de enfermedades infecciosas.
“Las vacunas son necesarias porque protegen a los niños de enfermedades graves, potencialmente mortales y altamente contagiosas. Estimulan al sistema inmunológico a crear defensas, que son anticuerpos, sin causar la enfermedad, lo que permite al cuerpo reaccionar rápidamente si se expone al virus o bacteria real. Además, al vacunar a la mayoría de la población, se logra la inmunidad comunitaria, protegiendo también a quienes no pueden vacunarse por razones médicas”, explica el pediatra Luis López.

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Al ser los menores un grupo vulnerable de la población, los menores se exponen a enfermedades que, con un correcto esquema de vacunación, pueden prevenir, ya que la omisión de esta intervención no afecta de la misma manera a niños y adultos.
“Los niños no vacunados están expuestos a enfermedades graves. En casos extremos, esto puede causar discapacidades permanentes o la muerte. Además, ponen en riesgo a otros niños, especialmente a aquellos que no pueden vacunarse por razones médicas, como con alguna inmunodeficiencia. Los niños tienen un sistema inmunológico aún en desarrollo y muchas enfermedades infantiles pueden ser más severas o incluso mortales en la infancia. En adultos también puede haber riesgo, pero por lo general ya tienen cierta inmunidad por contacto natural o vacunación previa”, aclara el pediatra.
Para vacunarse es importante acudir a centros de salud oficiales, como el Instituto Mexicano del Seguro Social, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado o clínicas derivadas de la Secretaría de Salud. “En esos lugares las vacunas son gratuitas, están bien conservadas y aplicadas por personal capacitado”, asegura López, quien también informa que se puede acudir a pediatras privados, siempre y cuando se tenga el aval sanitario correspondiente y las vacunas autorizadas.
“Lo importante es que se sigan los lineamientos del Programa de Vacunación Universal y se asegure que las vacunas sean legítimas, estén bien almacenadas y aplicadas correctamente”, indica el especialista.