Qué frutas y verduras comer en agosto

Con la llegada de agosto, el clima cálido y las lluvias propias de la temporada traen consigo una amplia variedad de frutas y verduras frescas, llenas de sabor, nutrientes y color.

Aprovechar estos alimentos no solo enriquece la dieta, sino que también representa una oportunidad para consumir productos más económicos, sostenibles y con mejor sabor, ya que están en su punto óptimo de maduración.

¿Cuáles son las frutas y verduras ideales para comer en agosto?

Durante agosto, el mercado se llena de productos cosechados en su mejor momento.

Entre las frutas más comunes de esta temporada se encuentran el mango, la sandía, la piña, la guayaba, el plátano, las uvas y el melón. No solo por su dulzura, sino por su alto contenido de agua, lo que las hace perfectas para mantenerse hidratado durante los días calurosos.

También es temporada de higos, una fruta suave y dulce, ideal para postres o ensaladas, y tunas, ricas en antioxidantes y fibra. El aguacate, aunque se encuentra casi todo el año, tiene en agosto una producción particularmente abundante, lo que lo hace más accesible y sabroso.

En cuanto a las verduras, agosto es un buen momento para consumir calabacitas, pepinos, chayotes, elotes, berenjenas, pimientos, espinacas y lechugas. Estas verduras son frescas y versátiles, ideales para preparar platillos ligeros y nutritivos como ensaladas, sopas frías o salteados.

Además, productos como el nopal, que se cultiva en varias regiones de México durante el verano, aportan fibra, minerales y tienen un bajo índice glucémico.

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Debido a su consistencia ligera y a lo fácil que son de preparar, las palomitas de maíz son la botana favorita de muchas personas.

¿Cuáles son los beneficios de consumir alimentos de temporada?

Elegir frutas y verduras de temporada no solo es beneficioso para la salud, sino también para el bolsillo y el medio ambiente.

En primer lugar, los alimentos de temporada tienen mejor sabor y textura, ya que no han sido almacenados por largos periodos ni transportados desde lugares lejanos. Esto también significa que contienen más nutrientes, al haber sido cosechados en su punto justo de maduración.

Desde el punto de vista económico, comprar productos de temporada suele ser más barato, ya que la oferta es abundante y no requiere grandes costos de transporte o almacenamiento. Asimismo, se apoya directamente a los productores locales y se fomenta una economía más sostenible.

Consumir lo que está en temporada también reduce la huella ambiental. Al evitar procesos de refrigeración prolongada o transporte desde otros países, se disminuyen las emisiones de carbono asociadas al consumo de alimentos. Ello convierte a la alimentación de temporada en una decisión más responsable con el planeta.

Agosto es un mes generoso en opciones frescas y deliciosas. Incluir en la dieta frutas como mango, sandía o higo, y verduras como calabacita, elote o nopal, permite aprovechar al máximo lo que la tierra ofrece.

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