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Cuidado con la rodilla: molestias que encienden alarmas

El sobrepeso y la disminución de la flexibilidad y la fuerza muscular, pueden afectar en la inestabilidad de esta compleja articulación.

Imagen: Freepik

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FABIO PÉREZ VÁSQUEZ

Entre las cosas que solemos experimentar en este mundo, una bastante común es el dolor de rodilla. Se trata de una razón para ir al médico muy extendida. 

Puede presentarse a cualquier edad. Se origina, por lo general, como resultado de una lesión, por eso oímos con frecuencia que tal o cual jugador o atleta sufrió rotura de ligamentos. También puede aparecer como resultado de alguna afección médica. Artritis, gota y algunas infecciones tienen la capacidad para hacer que la rodilla se sienta mal. 

Una lesión puede afectar cualquier ligamento, tendón o bolsa senovial (saco lleno de líquido) alrededor de la rodilla. La articulación también puede resultar afectada, y aquí hablamos de sus huesos, cartílagos o ligamentos. 

Tomar medidas de cuidado personal basta para que buena parte de los casos de dolor en la rodilla se desarrollen bien, es decir, para que el alivio llegue. En casos más severos, ayuda mucho usar rodillera y recibir fisioterapia. Ya en el extremo, toca recurrir a cirugía. 

SEÑALES 

¿Qué signos y síntomas acompañan a un problema con la rodilla? Están la inflamación y la rigidez, la inestabilidad o debilidad, la incapacidad para enderezar la rodilla con completa libertad. También pueden producirse el ruido de un chasquido, incluso algún crujido en esa zona. Cabe mencionar que, tanto la intensidad como la ubicación del dolor, pueden variar. 

Solicitar asistencia médica es indispensable si la persona siente que la rodilla está inestable o si no puede apoyar su peso en ella. 

La hinchazón es otra señal de que toca ir al consultorio, así como la incapacidad para extender, o flexionar, la rodilla. Otra señal que reclama consejo clínico es observar, de forma clara, una deformación en la rodilla o en la pierna. 

Si además del dolor y la hinchazón, hay enrojecimiento del área afectada, y la persona tiene fiebre, no hay de otra que recurrir al profesional sanitario. 

Solicitar asistencia médica es indispensable si la persona siente que la rodilla está inestable o si no puede apoyar su peso en ella. Imagen: Freepik
Solicitar asistencia médica es indispensable si la persona siente que la rodilla está inestable o si no puede apoyar su peso en ella. Imagen: Freepik

LESIONES 

Una muy frecuente es la del ligamento cruzado anterior. Se trata del desgarro de dicho ligamento, uno de los cuatro que conectan tibia y fémur. Se presenta con frecuencia en quienes practican deportes que implican cambios repentinos de dirección (futbol o basquetbol, por ejemplo). 

Otra lesión frecuente es la del menisco. Que sea un cartílago como de goma, y que posea cierta dureza no impide que el menisco, ese amortiguador ubicado entre fémur y tibia, termine desgarrado. Giras la rodilla de forma abrupta, mientras cargas peso en ella, y ya está. Hay que buscar atención médica. 

La tendinitis rotuliana tiene entre sus clientes favoritos a quienes practican ciclismo o realizan actividades que involucran saltar. El tendón rotuliano, que va de la rótula hasta la tibia, facilita acciones como correr, brincar y patear la pelota. La tendinitis es que se inflame, y que se irrite, el tendón, tejido denso y fibroso, cuya función es unir músculos y huesos.

Una caída o un accidente cualquiera con impacto en la rodilla puede fracturar los huesos de la articulación. A veces, basta con apoyar mal el pie al pisar para que surja un problema de este tipo. Así ocurre, por ejemplo, cuando los huesos de una persona se han debilitado a causa de la osteoporosis.

Ciertas lesiones causan bursitis, es decir, inflamación en las bolsas sinoviales, cuya función es amortiguar la parte exterior de esa articulación llamada rodilla. Afecta el que tendones y ligamentos se deslicen sobre la articulación con normalidad, es decir, sin la suavidad y precisión regulares. 

MÉCANICA 

El dolor de rodilla ocasiona problemas mecánicos. Por ejemplo, una lesión en el hueso o en el cartílago, o su desgaste, puede resultar en que se desprenda un fragmento de hueso o de cartílago, y que permanezca en el área de la articulación. Ese pedazo libre recibe el nombre de “cuerpo suelto”. Esto no necesariamente significa problemas. Para ello se requiere que el cuerpo suelto afecte el movimiento de la rodilla.

Es común que el dolor de rodilla se origine como resultado de una lesión, y es muy frecuente en los atletas, que suelen presentar tendinitis rotuliana en quienes practican ciclismo y ligamento cruzado anterior en quienes practican futbol. Imagen: Freepik
Es común que el dolor de rodilla se origine como resultado de una lesión, y es muy frecuente en los atletas, que suelen presentar tendinitis rotuliana en quienes practican ciclismo y ligamento cruzado anterior en quienes practican futbol. Imagen: Freepik

Otro problema de mecánica se llama síndrome de la banda iliotibal. ¿En qué consiste? La banda iliotibal, tejido que abarca desde el hueso de la cadera hasta la parte externa de la tibia, justo debajo de la rodilla, se tensa demasiado y produce roce con la parte externa del fémur. 

Un padecer más es la dislocación de rótula. Este hueso, que cubre el frente de la rodilla, se desliza más allá del lugar al que pertenece (generalmente acaba fuera de la articulación), y permanece ahí, alejado de su ámbito y de su función, incluso se alcanza a ver que está fuera de lugar. 

Finalmente, hay que mencionar el dolor de cadera o de pie, que puede llevar a una persona a cambiar su forma de caminar con el fin de disminuir la molestia. Este cambio puede derivar en otro mal resultado: aumentar la tensión sobre la rodilla y hacer que esta duela. 

A CUIDARSE 

La artritis es otra enemiga frecuente de las rodillas. Como existe más de una centena de variantes de este mal, aquí se mencionan sólo aquellas que suelen afectar más a la articulación: osteoartritis, artritis reumatoide, gota, seudogota y artritis séptica. Los factores de riesgo son: 

Sobrepeso. Los kilos de más representan una mayor exigencia para las rodillas, y de tal presión no están exentos los movimientos más elementales, como andar o subir o bajar escalones. Además, como agiliza rupturas en el cartílago articular, se incrementan las chances de padecer osteoartritis. 

Flexibilidad y/o fuerza muscular disminuidas. Dado que tener músculos fuertes contribuye a dar estabilidad a las articulaciones, al tiempo que las protege, y dado que la flexibilidad muscular ayuda a alcanzar los movimientos amplios que una persona es capaz de realizar en condiciones normales, la falta de fuerza, y/o flexibilidad muscular, aumenta el riesgo de acabar con rodillas lesionadas. 

¿Qué hacer para evitar malos ratos con las rodillas? Las recomendaciones básicas comienzan por combatir el sobrepeso. Quitarle presión a las rodillas equivale a cuidarlas. Para ello, nada como activarse, con el beneficio de que se gana fortaleza muscular. Eso sí, hay que recordar estirar bien, porque músculos tensos abren la puerta a lesiones. También conviene tener en mente que viajar por la vida se disfruta más con rodillas sanas.

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Escrito en: Fabio Pérez rodilla lesión de la rodilla rótula tendinitis

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