
¿Cómo proteger a las y los más pequeños del calor?
El calor llega a La Laguna, por lo que se vuelve necesario no confiarse y tomar algunas precauciones para mantener en buena salud a los más pequeños, para que no se deshidraten o no sufran alguna consecuencia por las altas temperaturas.
No todo es agua
Si bien una buena forma de mantenerse hidratado es tomar agua, no es la única. Incluso lo mejor es complementarla con otras acciones, como puede ser comer fruta o verduras. Algunas de éstas, como la fresa, el pepino o la sandía suelen ser muy refrescantes porque la mayor parte de su composición es precisamente agua. Esto permite que, además de obtener los beneficios de la hidratación, los pequeños pueden disfrutar de su sabor.
Sin embargo, se debe recordar que lo más recomendable es consumir la fruta de manera entera. El propio Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) difunde que al tomarla como jugo, se pierden propiedades de la fruta (vitaminas y fibra que suelen estar en la cáscara), mientras que se conserva el azúcar.

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Se trata de un padecimiento que no debe preocupar, pero que debe ser atendido.Bebidas que hidratan
Además del agua, hay otros líquidos que hacen bien a las personas de cualquier edad, pero en especial a los pequeños. Si no hay ninguna afectación en el estómago, un vaso de leche es una opción recomendable para refrescarse. De acuerdo a la Universidad de St. Andrews, en Escocia, la leche es más hidratante que el agua natural por su contenido en lactosa, proteínas y grasas, lo que permite que permanezca más tiempo en el estómago.
Sin embargo, es necesario recordar que la leche no puede ser un sustituto, en cuanto a cantidad, del agua.
Cuando, en cambio, el menor tiene alguna enfermedad, como vómito o diarrea, que le haga perder líquidos, existen sueros especializados en infantes. Además, los centros de salud tienen sueros que se pueden preparar en casa, que permiten que quien lo tome pierda menos líquidos en su situación. En cualquier caso, es necesario contar con la asesoría y recomendación de un médico.

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El consumo diario del refresco podría perjudicar la salud de muchas maneras¿Qué beber normalmente?
Así como el plato del buen comer es una guía gráfica que permite conocer cuáles son los alimentos, en proporción, que debe contener una comida, existe la jarra del buen beber, en donde explica distintos niveles de importancia de cada líquido. Según los criterios de la Universidad de Guanajuato, en el primero está el agua potable, en el segundo la leche y bebidas de soya sin azúcar, en el tercero el té natural (y bajo en cafeína), en el cuarto bebidas con edulcorantes artificiales (en adultos, pues los niños deben evitarlos), en el quinto los jugos de fruta, que no debe exceder el medio vaso por día, mientras que en el sexto y último está las aguas de sabor, cuyo consumo no debe ser diario.
Los más pequeños
Los bebés lactantes tienen a la leche materna como único sustento. De acuerdo a la Secretaría de Salud, este líquido completamente natural es capaz de darle todos los nutrientes necesarios, así como su hidratación. Es por esa razón que no se debe diluir de ninguna manera, ni darle otro tipo de líquidos a los más pequeños de la casa.

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Su consumo diario puede comprometer la salud.Cuidado con los exteriores
En una región como la lagunera, en donde no sólo el calor abrasa, sino que los rayos del Sol se distingue por su potencia. Por esa razón, es necesario tomar varias precauciones. La Secretaría de Salud indica que se debe evitar estar en el exterior en los momentos en que el calor sea más intenso, aproximadamente desde las 10 a las 17 horas. Y cuando se tenga que salir, se puede usar una sombrilla y llevar ropa cómoda y fresca, que permita que el cuerpo reciba el suficiente aire.
En interiores, es necesario que los espacios estén debidamente ventilados, a fin de que el aire circule de manera adecuada.
Siempre disponible
El agua siempre debe estar disponible. En casa siempre debe haber agua potable en todo momento, y, si se sale, se debe acompañar con una botella para tomar durante el trayecto.
La cantidad de de agua que se debe tomar varía según las fuentes. Los niños de entre nueve y 13 años deben beber ocho vasos al día, de los cuatro a los ocho cinco vasos y en los primeros tres años, alrededor de tres o cuatro vasos, incluyendo la leche que tomen.
Estar atento de sus actividades
Si los pequeños de la casa realizan alguna actividad física que les demande un esfuerzo importante, es necesario revisar que se encuentren bien hidratados. El agua debe estar presente antes, durante y después del ejercicio, por más que por estar distraídos los niños no se den cuenta de su necesidad. También se debe cuidar que el agua que se les dé no esté helada.