Los beneficios de incluir betabel en los platillos de Navidad
La cena de Navidad no solo es un momento para compartir en familia, sino también una oportunidad para beneficiar al cuerpo con las propiedades de los alimentos. Tal es el caso del betabel, una verdura de temporada que se convierte en protagonista de la cocina.
El betabel, perteneciente a la familia de las amarantáceas, posee un sabor muy dulce que se adapta a todos los paladares. Tanto su jugo como pulpa son utilizados para elaborar aderezos, salsas, bebidas y postres.
Procedente de la Edad de Piedra en el norte de África, el betabel creció de manera silvestre a lo largo de las costas de Asia y Europa. Y actualmente es una de las verduras más apreciadas en el mundo.
Se compone principalmente de agua y fibra, aunque anteriormente se empleaba para elaborar pigmentos o colorantes dado su intenso color morado y rojizo.
Este tubérculo posee un gran valor nutricional, destacando por la vitamina C, antioxidantes, fibra y minerales esenciales para el cuerpo, como el potasio, hierro y manganeso.
Asimismo, es fuente de betaína, nutriente que ayuda a proteger las células, proteínas y enzimas del estrés ambiental, destaca la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural en un artículo.
Algunos beneficios de consumir betabel, como parte de los platillos de Navidad, son:
Reduce la presión arterial
Impulsa la estamina o fortaleza física
Combate la inflamación muscular
Contribuye a la desintoxicación y purificación de la sangre y el hígado
La mejor manera de comer betabel para aprovechar sus propiedades, y que genere efectos positivos en la salud, es fresco. Algunas personas prefieren ingerirlo en jugos, ya que de esta manera se concentran sus vitaminas y minerales.
En el caso de los platillos para la cena de Navidad, el betabel se puede degustar en ensaladas. Por lo general se corta en pequeños trozos y se acompaña de unas gotas de jugo de limón para potencializar su sabor.