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Negocios dedicados a la producción y venta de tortillas de maíz están cerrando sus negocios alejar de obtener utilidades por el incremento de hasta un 30 por ciento en un año en el costo del gas butano, sostuvo el empresario gasero y gasolinero Juan Gerardo Oyervides.
Las utilidades que los empresarios de la masa de maíz preparada obtenían se diluyeron con el continuo aumento en el precio del carburante fósil durante el último año, afirmó.
“No están ganando; por eso muchos ya cerraron. No le sacan (utilidades), al contrario, están poniéndole dinero para trabajar y no les conviene” dijo.
Explicó que la semana pasada el carburante de uso doméstico incrementó su precio 51 centavos y esta semana a partir del domingo fue de un peso con 12 centavos el aumento.
“Hoy en día estamos viendo un precio superior a los 15 pesos, lo cual es preocupante porque ya está teniendo efectos”, expuso.
Sostuvo que el costo del kilo de tortilla se mantiene regulado o controlado, y no es libre para ajustar su valor en el mercado en base a la oferta y la demanda.
Los tortilleros no pueden aumentar el precio de su producto más allá de lo autorizado por el gobierno, y lo que eran utilidades se pierden al rebasar los costos de producción el precio de venta de la tortilla, dijo.
El empresario en combustibles explicó que el cierre de estos negocios impactó negativamente en la comercialización de el gas butano, que cayó al 60 por ciento de su venta comparado con los dos años anteriores.
Agregó que industrias y empresas que utilizan gas butano para el proceso de sus producciones, han bajado el consumo, y esto genera una caída en la comercialización del carburante.
Al mismo tiempo esto provoca un incremento en el costo de infinidad de productos de uso doméstico, como los de la canasta básica, “en un efecto domino que impactará a toda la sociedad”.
Afirmó que esta situación se repetirá con el aumento en el precio de la gasolina.
