
El yoga tibetano disminuye el nivel de estrés, por tanto tiene un impacto positivo en el sistema inmunológico.
El beneficio de las tradiciones tibetanas, su aprendizaje y crecimiento en las culturas occidentales, contribuyen a mejorar la calidad de vida actual.
El yoga tibetano es una mezcla de técnicas orientales (meditación, yoga, respiración).
Ayuda a la salud humana a nivel físico y mental, además de aumentar el potencial para el crecimiento de la conciencia y la habilidad para funcionar mejor en la sociedad.
Con el afán de hacer un puente entre la ciencia médica y la espiritualidad, el maestro tibetano Geshe Tenzin Wangyal visitó México.
El maestro Tenzin Wangyal es uno de los primeros maestros budistas en traer las enseñanzas bön (técnicas que abarcan las más antiguas tradiciones del Tíbet) a occidente.
Él ha trabajado específicamente con el yoga que se practica en esa región de China, pero con aplicaciones a la medicina occidental.
En entrevista, mostró los avances científicos que el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos desarrolla sobre el impacto positivo que tiene practicar yoga tibetano en pacientes tratados con quimioterapias.
En este lugar, Geshe Tenzin Wangyal apoya una investigación sobre los beneficios, científicamente estudiados, de la aplicación de técnicas tradicionales de yoga en gente que padece cáncer de mama.
A los pacientes se les asigna la práctica del yoga tibetano durante siete semanas mientras reciban quimioterapia, y luego tienen cinco sesiones de refuerzo durante los siguientes seis meses.
Una de las principales utilidades de este yoga es que proporciona un sueño más profundo y reparador para los pacientes, lo cual tiene un gran impacto en la salud sin tomar medicamentos.
En sus visitas a varios países intenta atraer a gente de la comunidad médica y científica hacia estas técnicas de yoga. Esto para que en conjunto se creen formatos específicos que puedan ser útiles para sus audiencias.
Uno de los cambios principales que tienen los pacientes de cáncer con el yoga, comentó, es que mejoran sus patrones de sueño. “Modifica su actitud, por una más positiva hacia la vida. Con todo ello, también se ejercita el cuerpo y se minimiza el enojo”.
“El yoga tibetano es el del cuerpo, del sonido, de la respiración mediante ejercicios, de la mente (en el cual hay mucha atención y conciencia). Cuando esto se aplica en una parte específica del cuerpo, ayuda a liberarlas, a abrirlas, a moverlas, a reconectarlas y cultivarlas. Reduce la presión arterial, cada día se le encuentran nuevos beneficios”, expuso Geshe Tenzin.
Agregó que unas de las razones por las cuales se cree que el yoga puede aliviar es que estos ejercicios producen células blancas (forma de llamar a los anticuerpos o sustancias benéficas para el organismo en las culturas orientales).
“Para denominar a estas técnicas, los profesionales de la medicina usan las palabras, ‘alternativa’, ‘complementaria’, pero en hospitales de Estados Unidos ya hay algunos que cuentan con su propio departamento de medicina alterna”, concluyó.