En su homilía, el arzobispo de Mónaco elogió las cualidades políticas, pero también humanas de Rainiero III, que supo crear 'profundos vínculos con su pueblo' y que 'además de un soberano era un amigo y un miembro de nuestra familia'.
En su homilía, el arzobispo de Mónaco elogió las cualidades políticas, pero también humanas de Rainiero III, que supo crear "profundos vínculos con su pueblo" y que "además de un soberano era un amigo y un miembro de nuestra familia".Foto: AP 15 DE ABRIL DE 2005
publicada el 15 de abril de 2005