Una investigación realizada por los profesores de la Universidad de Chicago, recientemente publicada en la revista 'Science', demuestra que mudarse a un barrio acomodado mejora tanto la salud física como la mental. INGIMAGE
Dicen que el dinero no da la felicidad, pero no tenerlo tampoco ayuda. Y ahora, un estudio publicado por la Universidad de Chicago confirma una incómoda verdad que la mayoría ya sospechaba: el dinero sí que desempeña un papel importante en nuestra felicidad.
En concreto, la investigación realizada por los profesores de la Universidad de Chicago, recientemente publicada en la revista 'Science', demuestra que mudarse a un barrio acomodado mejora tanto la salud física como la mental.
El estudio evidencia que los adultos con bajos ingresos económicos que pasaron de vivir en un barrio pobre a otro rico registraron, a largo plazo, efectos positivos tanto en su salud física como en la psíquica, así como un aumento sustancial de su felicidad.
A pesar de que las familias que se trasladaron a vecindarios acomodados no incrementaron sus ingresos ni su autoeficiencia económica, estos sujetos experimentaron aumentos importantes en el bienestar de otras formas. Así, el estudio demostró que pasar de vivir en un barrio marginal a otro con una tasa de pobreza un 13% menor, incrementó la felicidad de los adultos con bajos ingresos en un grado de satisfacción equivalente a un aumento de 13,000 dólares en los ingresos familiares.
La investigación se basó en 4,604 familias de bajo nivel económico que fueron incluidas en 'Moving to Opportunity', un experimento que, a través de un sorteo, ofreció a algunas familias que viven en dificultades la oportunidad de mudarse a áreas acomodadas. Los resultados fueron visibles entre 10 a 15 años después de realizar el cambio de residencia.
La mayoría de los hogares incluidos en el estudio estaban encabezados por mujeres que no habían terminado la escuela secundaria. La razón principal para participar en la investigación era alejarse de las pandillas y el tráfico de drogas, así como encontrar mejores viviendas y escuelas para sus hijos.
"Se trata de un hallazgo importante porque la segregación racial ha sido tendencia a la baja desde 1970, pero la segregación por ingresos ha aumentado constantemente desde entonces. Así que el problema de los efectos de los barrios marginales parece estar empeorando, en lugar de mejorar con el tiempo", señaló el autor principal del estudio, Jens Ludwig, profesor de la Fundación McCormick de la Universidad de Chicago.
Por esta razón, Ludwing subrayó que "no deben tenerse solo en cuenta las tendencias de desigualdad en los ingresos, ya que, actualmente, el verdadero problema es la segregación residencial, que juega un papel decisivo en la felicidad de los individuos y cada vez es mayor debido a la crisis económica".
