Respirar bien no tiene nada de esotérico. Comúnmente asociamos el "acto vital" de la respiración a disciplinas orientales como yoga y tai-chi, jamás nos detenemos a pensar en que esta sencilla, pero indispensable actividad, la realizamos entre 12 mil y 28 mil veces por día.
Una respiración correcta trae muchos beneficios, hacerlo inadecuadamente daña la salud física, mental y espiritual.
El doctor Erik Peper, director del Institute for Holistic Healing Studies, de la Universidad de San Francisco comenta la importancia de dar a cada segundo de nuestras vidas un buen respiro y algunas técnicas para lograrlo.
Reaprender a hacerlo. Cuando nacemos, uno no tiene nada que tenga que ver con la respiración, incluso eso de la nalgadita "para que llore" y respire hondo el bebé ya pasó a la historia; el recién nacido llora y respira como debe de respirar, sin condicionamientos.
Por múltiples razones, al paso de los años la capacidad se va modificando; razones hay muchas: estéticas -por aquello de un abdomen plano- y físicas -nuestras posturas-, entre otras.
En forma óptima cada respiración debería ser "de cintura" , esto es, lenta, sin esforzarse -a menos que uno sea Ana Guevara, por supuesto- y elevando el diafragma, a cada inhalación el abdomen se expande y en la exhalación el abdomen se contrae.
Técnicas recomendables.
La exhalación debe ser al menos dos veces más larga que la inhalación. Y hay un sencillo por qué. A cada inhalación el oxígeno es aprovechado por cada célula de nuestro cuerpo, y ya que lo usa lo regresa sucio, como dióxido de carbono, sustancia que desechamos en la exhalación.
Para el doctor Paper, es importante respirar por la nariz porque está "equipada" con los filtros necesarios para calentar el aire frío, y tiene algunos otros que hacen un aire más puro.
En el mercado, continúa el experto, existen un buen número de técnicas que promueven la respiración profunda, como yoga, técnica Alexander, tai-chi e incluso algunas artes marciales, como el karate, donde el dominio de los temores son dominados a través de la respiración.
Beneficios. Cada día se están encontrando más y más bondades para darnos un buen respiro; los expertos en la materia opinan que las técnicas que promueven una respiración correcta pueden reducir el estrés, ayudan a manejar el dolor, alteran el estado mental y mejora la vida de muchas maneras.
Enfocanfando la mente a tratar de respirar bien, por ejemplo, conduce a un alivio del dolor y de síntomas de enfermedades como bronquitis crónica y enfisema pulmonar.
Agregar ejercicio es mejor.
Aquellos que fortalecen sus músculos pectorales y diafragma por lo menos tres veces por semana durante tres meses mejorarán sustancialmente los músculos involucrados en la respiración haciéndose mejores atletas, avalan estudios de la Universidad de Ohio.
Añaden que incluso las personas que se ejercitan únicamente por motivos estéticos podrían emprender una actividad aeróbica con mayor facilidad, ya que su sistema respiratorio funcionará mejor y estará más fortalecido.
Tipos de respiración.
- Profunda. Empezar por promover una respiración profunda es sencillo y fácil de llevar a cabo, esto no tiene nada de esotérico y en un mundo con tanto estrés es una buena forma de autoayudar a relajarse en cualquier sitio donde nos encontremos.
- De abdomen. La consentida de los expertos, porque promueve la concentración mental y relajación. Se lleva a cabo cerrando lo ojos, una respiración profunda del diafragma, permitiendo que el abdomen se expanda. Poner una mano en el abdomen y otra en el pecho, y solamente una se debe estar moviendo cuando inhalas y otra cuando exhalas.
- Visualización somática. Promueve el alivio de dolor y de la tensión. Esta técnica es usada por atletas de alto rendimiento donde a cada respiro hondo debemos imaginar que estamos en una situación maravillosa.
- Vacaciones mentales. Su principal propósito es la relajación.
Dejar que los ojos descansen sobre algún objeto, una planta, un cuadro, etcétera, y hacer una sola inhalación profunda y lenta por la nariz; exhalar por la boca, profundo y lento durante tres veces.
Experimentar el cambio de sensaciones del entorno. Imaginar entonces algo como una playa y respirar tres veces más, cerrar los ojos y dejar que la mente se vaya a ese lugar; respirar tres veces más, mantenerse así unos momentos y disfrutar. Abrir los ojos lentamente. Bienvenidos!.