México, (Notimex).- El 80 por ciento del problema de "pie plano" se corrige con ejercicios, ya que la mayoría de las veces se debe a que los músculos del pie no tienen la suficiente fuerza para que éste se forme, subrayó Jaime Alfredo Castellanos Romero.
El jefe de Consulta Externa de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación Región Norte del IMSS, recomendó por ello caminar descalzo de "puntitas" y de talón en loseta, pasto o arena, y recoger objetos pequeños con los dedos de los pies; por ejemplo, canicas, lápices o una toalla de manos.
Esos ejercicios sirven para niños y adultos, incluso pueden realizarse antes de los dos años y medio, para ayudar a que la marcha del pequeño se defina lo mejor posible, ya que a partir de esta edad clínicamente es posible conocer si existe el problema del "pie plano" (arco longitudinal caído). Con respecto a los zapatos y plantillas ortopédicas, dijo que éstos son sólo auxiliares en el tratamiento del "pie plano", ya que únicamente les corresponde el 20 por ciento de la corrección de ese problema.
Lo importante, agregó, son los movimientos para fortalecer los músculos de las piernas, los pies y los tobillos, tales como caminar apoyando el peso en los costados externos (de cazuelita), y al revés, en los internos; sentarse y extender las rodillas para mantenerlas así por lo menos cinco minutos, bajarlas, y hacer 30 repeticiones.
Sobre los síntomas, indicó que se presenta una malformación de los pies, o de piernas, hay caídas frecuentes, el dolor punzante en pies y rodillas, y que al caminar éstas se junten ("zambas") o se separen demasiado ("charras").
Ante esos cuadros se debe acudir al especialista y evitar autorrecetarse medicamentos para disminuir molestias, pomadas para dar masajes o plantillas y zapatos especiales.
Explicó el especialista que una de las consecuencias de la atención no especializada es que el tratamiento no se aplica de manera específica a cada persona, por lo que en vez de corregir la alteración se pierde un tiempo "preciso" para evitar problemas de postura posteriores, como "caminar chueco" o estar "jorobados".
A esto se suma que en la edad adulta muchas mujeres comienzan a usar tacones de más de tres centímetros de alto, lo que intensifica el riesgo para sufrir caídas, deformación de caderas y de columna vertebral.
Finalmente, subrayó que con ejercicio sistemático se reducen las posibilidades de una deformación de la postura causada por el "pie plano", por no sentarse, pararse, levantarse o caminar adecuadamente.
Una columna vertebral que no está preparada (con deporte) para sobrellevar defectos de postura puede causar dolor en la zona lumbar y cervical, concluyó.
