Sergio Vela, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y César Antonio Molina, ministro de cultura de España, estuvieron durante el último día de actividades del “Congreso de la Cultura Iberoamericana”. (El Universal)
Sergio Vela, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) dio por concluido el primer “Congreso de la Cultura Iberoamericana” que tuvo como tema inaugural el cine y la creación audiovisual, donde se recogieron las conclusiones de las siete mesas redondas, cuatro seminarios y seis encuentros con especialistas, actores y realizadores.
Dichas conclusiones se integraron en un documento titulado “Declaración de México” que será entregado a la Secretaría General Iberoamericana. El documento se considerará durante la XVII Cumbre que tendrá lugar a finales de octubre en el Salvador.
“El propósito fue incorporar a la sociedad civil y contribuir a hacer más visible en todos los sectores el vasto potencial de nuestras culturas”, dijo el titular de Conaculta.
Por su parte, el realizador chileno Jorge Arraigada mencionó al dibujo animado Condorito porque, dijo no entiende con exactitud la razón de este primer Congreso organizado en nuestro país.
“Yo quiero citar a Condorito porque ‘exijo una explicación’ y dejémonos de demagogia por que todos estos políticos que vienen a explicar no ayudan en nada a la cultura de los países y tampoco brindan ningún apoyo”, enfatizó el realizador radicado en Francia.
“Es muy bonito juntarnos, pero tampoco les crean a estos organizadores”, agregó en su participación en la mesa redonda “Música y cine”.
En dicho Congreso se proyectaron 121 obras, entre largometrajes, cortometrajes, documentales y 16 financiamientos apoyados por el proyecto Ibermedia.
“Este Congreso es una muestra palpable de que somos una comunidad de naciones que sabe organizarse y construir alternativas expresadas en políticas regionales basadas en el intercambio.
“También lograremos iniciar las gestiones para contar con la selección de una videoteca de cine iberoamericano que se distribuya en las más de 7 mil bibliotecas públicas del país”, agregó el funcionario en presencia de César Antonio Molina, ministro de cultura de España; Ramiro Osorio, director de la División de Asuntos Culturales de la Secretaría General Iberoamericana; el cineasta Arturo Ripstein y Silvio Darin, secretario audiovisual del Ministro de Cultura de Brasil.
Presentan su queja
Las productoras musicales de cine Lynn Fainchtein y Annnete Fradera coincidieron en que obtener música comercial “de cualquier género” es inalcanzable para los realizadores y documentalistas independientes mexicanos.
Por su parte Lynn, coordinadora de películas como 21 Gramos, aclaró que la música en nuestro país está secuestrada por tres o cuatro personas entre ellos Televisa; es decir “por más que digan que la cultura nos pertenece no es así porque para tener un minuto de una película del cine de oro hay que pagar hasta mil dólares a Televisa. Nada de eso nos pertenece como cultura”, dijo durante la plática sobre música y cine del Primer Congreso de Cultura Iberoamericana: “Cine y Audiviosual”.
“Muchos realizadores se topan con problemas de costos en México. Tenemos desventaja porque aquí es el único país donde el dominio público de cualquier obra es a partir de los 100 años de fallecido el autor; pero además tener la música de cualquier género o artista, ya sea Gloria Trevi o Shakira va de los 5 mil a los 50 mil dólares. Por ejemplo yo quería para una película ‘El Rey’ (José Alfredo Jiménez) y me pidieron 50 mil dólares y esas no son leyes sino prácticas comunes”, reveló Fradera. “Por eso yo aconsejo que se busque artistas independientes con los que fácilmente se puede llegar a arreglos”, agregó la coordinadora musical de películas como Y tú Mamá También.
