Síndrome de ovario poliquístico: ¿Por qué debes prestar atención?
El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es uno de los trastornos hormonales que se presenta con mayor frecuencia en las mujeres de edad reproductiva; algunas estimaciones calculan que hasta el 26% de la población femenina lo presenta, aunque es frecuente que no se diagnostique de forma oportuna, señala la Dra. Graciela Noren Madrigal, ginecóloga y obstetra del Centro Médico ABC.
Las personas con síndrome de ovario poliquístico pueden presentar síntomas tan diversos como: períodos menstruales irregulares, acné, vello facial, caída de cabello, problemas para embarazarse o alteraciones metabólicas más profundas que pueden repercutir en la salud a largo plazo.
¿Qué es el SOP?
El nombre de este trastorno "síndrome de ovario poliquístico" puede llevar a pensar que se trata una condición que se relaciona únicamente con la presencia de quistes en los ovarios, pero es una percepción equivocada, en realidad es un trastorno endocrino-metabólico.
Se caracteriza por un desbalance entre varias hormonas clave del cuerpo, entre ellas la hormona luteinizante (LH), los andrógenos y la insulina. Los efectos que esto puede tener en el organismo varían de mujer a mujer, lo que ha llevado a la clasificación de distintos fenotipos o formas de presentación.
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La atención médica especializada es fundamental para elegir el tratamiento más adecuado para cada caso.¿Por qué aparece el síndrome de ovario poliquístico?
El origen de este síndrome es complejo; si bien es verdad que existe un componente hereditario, también influyen de forma importante los hábitos de estilo de vida, el entorno metabólico y la edad de la persona que lo desarrolla. La Dra. Noren comenta que cada día se ven más casos en adolescentes, desde los 17 o 18 años, y esto suele relacionarse con factores como la obesidad, el sedentarismo y la alimentación rica en azúcares.
Dentro de los elementos centrales para el desarrollo de ovario poliquístico está la resistencia a la insulina, condición en la cual el cuerpo necesita producir más insulina de lo normal para mantener niveles adecuados de glucosa. Esta alteración, aunque no es obligatoria su presencia para llegar al diagnóstico, se presenta en más del 50% de las mujeres con SOP. La resistencia a la insulina se asocia con un aumento en la producción de andrógenos, hormonas masculinas, lo que puede desencadenar síntomas como el vello facial, acné y las alteraciones en el ciclo menstrual.
Otro factor esencial es la elevación de la hormona luteinizante; en niveles altos llega a alterar el equilibrio con la hormona foliculoestimulante (FSH), impidiendo la maduración normal de los folículos ováricos y dificultando la ovulación. Como resultado, se acumulan pequeños folículos en los ovarios, que se logran observar en el ultrasonido, pero que no representan quistes en el sentido clásico.
Adicionalmente, están los componentes genéticos. En caso de que una mujer tenga antecedentes familiares de síndrome de ovario poliquístico, sobrepeso u obesidad, diabetes tipo 2 o que la madre haya presentado diabetes gestacional durante el embarazo es más probable que se desarrolle esta condición. Aún así, tener predisposición no significa que se manifestará necesariamente, sobre todo si se mantienen hábitos saludables desde edades tempranas.
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Las implicaciones del síndrome de ovario poliquístico van mucho más allá del acné o la irregularidad menstrual. En muchos casos, las pacientes suelen buscar la primera consulta por motivos estéticos, debido al acné o el vello en el área de la papada, pero el verdadero riesgo radica en las consecuencias metabólicas que esto conlleva a largo plazo en la vida adulta.
Uno de los principales problemas que afecta la calidad de vida de las mujeres está relacionado con la fertilidad. Al no contar con una ovulación regular, muchas mujeres encuentran dificultades para lograr el embarazo. Esto no significa que sean infértiles, pero sí que podrían requerir de tratamiento médico para inducir la ovulación. Ante esto, toda mujer a la que se le ha diagnosticado síndrome de ovario poliquístico y que desea embarazarse requiere de consultas preconcepcionales, de preferencia tres meses antes, para que el médico evalúe peso, metabolismo, insulina y otros factores.
La Dra. Noren comenta que otra complicación de importancia a largo plazo es la hiperplasia endometrial, que puede ocurrir cuando las menstruaciones son muy espaciadas o inexistentes. En estos casos, el endometrio, que es la capa interna del útero, no se elimina de manera regular, lo que aumenta el riesgo de crecimiento anormal o, en casos más graves, de cáncer endometrial.
Como ya se ha mencionado, el síndrome de ovario poliquístico está estrechamente vinculado con el síndrome metabólico, condición que agrupa diversos factores de riesgo cardiovascular como hipertensión, colesterol alto, triglicéridos elevados y aumento en la grasa abdominal. Por este motivo, la vigilancia médica no debe limitarse al sistema reproductivo, sino también incluir evaluaciones metabólicas y cardiovasculares regulares.
Algo importante por aclarar es que tener quistes en los ovarios no equivale a tener síndrome de ovario poliquístico. La presencia de quistes en los ovarios tiene un gran espectro y pueden ser quistes simples, hemorrágicos o de otro tipo y las causas por las que surgen pueden ser completamente diferentes entre unos y otros. La clave para nombrar el síndrome de ovario poliquístico es una evaluación completa de los síntomas, de los antecedentes y la realización de estudios clínicos.
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El diagnóstico del síndrome de ovario poliquístico debe ser cuidadoso y multidisciplinario. Lo óptimo es que el diagnóstico lo realice un especialista en ginecología o endocrinología; pero con frecuencia las pacientes llegan a una consulta inicial con los dermatólogos para resolver sus problemas de vellosidad o acné.
No basta con tener un síntoma para confirmar el diagnóstico. Actualmente, el diagnóstico se realiza con base a los criterios de Rotterdam, que implican que una mujer puede tener SOP si presenta al menos dos de tres hallazgos:
• Oligoanovulación: ciclos menstruales irregulares.
• Hiperandrogenismo: signos clínicos o bioquímicos de exceso de andrógenos, como el acné o vello facial excesivo.
• Datos ultrasonográficos: estudio de ultrasonido que permite ver la distribución de los folículos en la periferia.
Una vez diagnosticado, el tratamiento debe ser personalizado en función a los síntomas predominantes y el objetivo de la paciente. A grandes rasgos, existen dos enfoques principales: por un lado, están las mujeres que desean embarazarse y, por el otro, están las mujeres que no.
En el caso de las mujeres que sí buscan embarazarse, el objetivo es inducir la ovulación que puede lograrse, en algunos casos, mediante el uso de medicamentos específicos; o con el apoyo de tratamientos de fertilidad más complejos.
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Conoce los precios unitarios de la atención de primer nivel del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).Mientras que las mujeres que no buscan un embarazo, el enfoque va dirigido a regular los ciclos menstruales, reducir los niveles de andrógenos y tratar la resistencia a la insulina. En estos casos, los anticonceptivos hormonales, especialmente los que cuentan con efecto antiandrogénico, son los más utilizados. La metformina mejora la sensibilidad a la insulina y puede ayudar a regular el ciclo menstrual incluso, en pacientes sin diabetes.
Por otra parte, la Dra. Noren indica que, en los últimos años, los suplementos como los inositoles, que son compuestos naturales y que actúan de manera similar a la insulina, han demostrado eficacia en la regulación hormonal, con menos efectos secundarios. Mientras que, para los síntomas estéticos, el apoyo de un médico dermatólogo es clave.
Para finalizar, la base de todo tratamiento eficaz en el síndrome de ovario poliquístico es el cambio de hábitos incluyendo la pérdida de peso, que puede tener un impacto significativo en la ovulación, la presencia de acné y los niveles hormonales. La actividad física regular, una alimentación balanceada y el manejo del estrés son fundamentales para su mejoría.
En el Centro de la Mujer del Centro Médico ABC cuentan con especialistas para brindar un diagnóstico correcto y tratamiento adecuado al síndrome de ovario poliquístico, así como los efectos secundarios que puede desarrollar.
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