Pide la Iglesia rezar por la paz ante el aumento de la violencia internacional
Con un llamado a la conciencia moral y al cese inmediato de la violencia en Medio Oriente, monseñor Néstor Martínez Sánchez, vicario de la Diócesis de Saltillo y párroco del templo de Santiago Apóstol en Monclova, pidió a los fieles católicos unirse en oración por la paz durante su homilía dominical, celebrada este fin de semana.
Desde el altar mayor del templo ubicado en el centro histórico de Monclova, el sacerdote lamentó que cada día se escuchen más noticias relacionadas con el uso de las armas, el aumento de los conflictos bélicos y la falta de esfuerzos diplomáticos para resolver las crisis que enfrentan países como Irán, Israel y Palestina.
Una súplica mundial por el fin de la guerra
En su mensaje, monseñor Néstor Martínez retomó las palabras expresadas por el papa Francisco durante el rezo del Ángelus dominical, quien mostró su profunda preocupación por los bombardeos y actos violentos registrados recientemente en Gaza y otros territorios del Medio Oriente.
“El Papa nos recuerda que la humanidad grita e invoca la paz. Es un grito que pide responsabilidad y razón, que no debe ser sofocado por el fragor de las armas ni por palabras retóricas que incitan al conflicto”, expresó el vicario.
El sacerdote advirtió que la guerra no resuelve los problemas, sino que los profundiza, deja heridas en los pueblos y afecta a generaciones enteras. También denunció el peligro de que el sufrimiento humano quede en el olvido ante la escalada de violencia en la región.
La paz es fruto del diálogo, no de las armas
Durante su sermón, Néstor Martínez insistió en que la Iglesia católica en México se une a la petición del Santo Padre para que los líderes mundiales actúen con responsabilidad moral y detengan cuanto antes las tragedias humanas que genera la guerra.
“La guerra es siempre una derrota. La paz solo se logra con el diálogo desarmado y desarmante”, afirmó el párroco, al tiempo que invitó a los feligreses a no permanecer indiferentes frente al sufrimiento de los pueblos hermanos.
Pidió orar intensamente por el cese del fuego en Medio Oriente y por las víctimas civiles, especialmente en Gaza, donde la situación humanitaria es crítica. Recalcó que cuando la dignidad humana está en juego, ningún conflicto es lejano.
Llamado a la oración y la solidaridad
El sacerdote cerró su mensaje haciendo una invitación a las familias católicas para que integren en sus oraciones diarias una súplica por la paz mundial, particularmente en aquellas regiones donde la violencia amenaza la vida de millones de personas inocentes.
“Todos debemos ser humildes, inteligentes y valientes para reconocer que ninguna causa justifica la guerra, y que cada acción a favor del diálogo es un paso hacia la verdadera paz”, concluyó monseñor Martínez Sánchez.
