
Llama Iglesia católica en Monclova a construir la paz desde el interior
Durante la homilía dominical en el sexto domingo de Pascua la iglesia católica, exhortó a los fieles a permanecer en el amor de Cristo, discernir en el espíritu y construir la paz como fruto de una vida en obediencia a la palabra de Dios.
El presbítero Juan Francisco González Escalante, del templo de Santiago Apóstol hizo un llamado a la comunidad a la paz y a la obediencia a Dios.
Desde el altar mayor, el sacerdote destacó que el tiempo de Pascua es una etapa litúrgica para renovar la vida espiritual y fortalecer la comunión con Dios. Subrayó que la presencia física en la iglesia representa un acto de amor real hacia el Creador. “No todo puede ser virtual, Dios necesita nuestra presencia aquí en su casa, donde venimos a adorarlo y encontrarnos con él”, expresó en su mensaje a los feligreses.
Agregó que permanecer en el amor divino no implica solo sentimientos religiosos, sino obedecer el Evangelio con fe y confianza. “Jesús promete que quien guarda su palabra se convierte en morada de Dios. Por eso debemos respetar nuestro cuerpo y el de los demás: somos templo del Espíritu Santo desde nuestro bautismo”, señaló.
Discernir y vivir en paz interior
Como segunda invitación para la semana, el presbítero González Escalante exhortó a los presentes a discernir sus decisiones a la luz del Espíritu Santo. Recordó que dentro de dos semanas se celebrará Pentecostés, donde se conmemora la llegada del Paráclito, el espíritu de verdad que fortalece la fe cristiana.
“La valentía para elegir el bien sobre el mal es un don que recibimos desde la Confirmación. Debemos ser responsables de nuestros actos, tanto ante Dios como ante la sociedad”, insistió. Añadió que cada acción tiene consecuencias y que vivir conforme al Espíritu ayuda a construir una comunidad verdaderamente cristiana.
Durante la reflexión sobre la paz, el sacerdote subrayó que esta no es algo externo ni circunstancial, sino una experiencia interior que nace del encuentro con Dios. “Jesús nos deja su paz, no la del mundo. Esa paz es saber que estamos en las manos de nuestro Padre, que nos ama, cuida y protege”, dijo.
Una iglesia viva ante el mal social
El sacerdote concluyó su homilía invitando a los fieles a no ver el mal como indiferencia de Dios, sino como su ausencia en el corazón humano. “Nuestras calles, nuestras familias, muchas veces padecen por esa ausencia. Es necesario volver a Dios, llenarnos de Él y llevarlo a donde hemos sido sembrados”, expresó ante una iglesia repleta.
Reiteró que vivir con una buena conciencia permite alcanzar la paz y el equilibrio, incluso en medio de adversidades. “La paz verdadera surge de saberse en gracia con Dios. Como decimos coloquialmente: una buena conciencia es una buena almohada”, afirmó.
El sermón de este domingo hizo eco entre los asistentes, quienes reconocieron la claridad del mensaje y la urgencia de aplicarlo en sus vidas cotidianas. La comunidad de Santiago Apóstol continuará preparándose para la festividad de Pentecostés, con un llamado a profundizar en el discernimiento, la obediencia y el testimonio del amor cristiano.