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'La noche de las reinas', de Vicente Alfonso; la delgada línea entre depredador y presa

La última novela de Vicente Alfonso transcurre en el puerto de Mazatlán en 1978, donde las tensiones sociopolíticas se entretejen con venganzas personales en torno a la final del certamen Miss Universo.

'La noche de las reinas', de Vicente Alfonso; la delgada línea entre depredador y presa

'La noche de las reinas', de Vicente Alfonso; la delgada línea entre depredador y presa

ÓSCAR BONILLA

Una reina de belleza sudafricana busca su próxima corona, un periodista putañero va tras los pasos de su nueva crónica, un gobernador corrupto sigue el rastro de su siguiente presa y una guerrillera adolescente se empeña en dar caza a su violador… Todas estas historias, paralelas, pero en curso de colisión irremediable, dan forma a La noche de las reinas (Alfaguara, 2025), la nueva novela de Vicente Alfonso.

SOBRE EL AUTOR

Vicente Alfonso (Torreón, 1977) es autor de crónica, novela y cuento. Entre sus obras publicadas destacan El síndrome de Esquilo (Ficticia, 2007), Partitura para una mujer muerta (Literatura Mondadori, 2008), Huesos de San Lorenzo (Tusquets, 2015), A la orilla de la carretera (Universidad Autónoma de Nuevo León, 2021) y La sangre desconocida (Alfaguara, 2022).

Ha recibido, entre otros, el Premio Internacional de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz, el Premio Bellas Artes de Crónica Literaria Carlos Montemayor, el Premio Nacional de Cuento María Luisa Puga, el Nacional de Novela Élmer Mendoza y el Iberoamericano de Periodismo Ciudades de Paz. Su obra se encuentra traducida al alemán, italiano, griego y turco. Además, el autor ha sido becario de la Fundación para las Letras Mexicanas, del Sistema Nacional de Creadores y de la Casa Estudio Cien Años de Soledad.

SOBRE LA NOVELA

Es el año de 1978 y en Mazatlán se celebra la final del certamen de belleza Miss Universo. El ambiente en el puerto, sin embargo, está enrarecido por un acusado descontento social que se propaga entre distintos sectores de la población.

Mientras las reinas de belleza de varias naciones se preparan en sus habitaciones de hotel para asistir al evento, en las calles diferentes grupos, desde campesinos hasta estudiantes, se organizan para protestar durante la ceremonia. Además, la ciudad permanece bloqueada por una multitud de guerrilleros que buscan derrocar al gobierno del estado.

Es dentro de este contexto que se nos narran las historias de Melinda (la concursante sudafricana), de Higareda (el gobernador de Sinaloa), de Garay (un periodista cincuentón) y de Irene (la guerrillera adolescente), mientras cada uno de ellos se afana en perseguir sus intereses: ganar una corona, seducir a una nueva amante, reunir material para escribir otro libro, asesinar a un antiguo enemigo.

Estructurada en el transcurso de veintitrés horas, entre las 6:00 p.m. y las 5:00 a.m., la novela va hilando los puntos de vista de los distintos protagonistas mientras avanzan por ese fatídico día hasta colisionar en un final sórdido en el que nadie parece ganar.

Toda la historia transcurre en 23 horas, en torno a la celebración del certamen de belleza Miss Universo. Imagen Freepik.
Toda la historia transcurre en 23 horas, en torno a la celebración del certamen de belleza Miss Universo. Imagen Freepik.

LOS ROSTROS DE LA DEPREDACIÓN

“En un parpadeo se pasa de perseguidor a perseguido”, dice uno de los personajes, y es en esta frase donde parece encontrarse una de las ideas centrales del libro: la confusión entre depredador y presa. O mejor dicho: el cómo ambos roles no son sólo fácilmente intercambiables, sino que pueden coexistir al mismo tiempo en un individuo.

Melinda no es solamente una reina de belleza que busca ganar el título de Miss Mundo, es también una chica joven a la que un político viejo desea seducir. Higareda, además de ser un gobernador corrupto que busca añadir un nombre más a la lista de mujeres que presume haber poseído (con o sin consentimiento), es también el blanco de una pistolera que le sigue los pasos de cerca. Irene no sólo es una adolescente violentada y ultrajada que anhela vengarse de su agresor, es una “fuente” que un periodista persigue ansioso para dar forma a su próxima crónica. Y Garay es más que un escritor cincuentón que busca entre cantinas y prostíbulos a los rostros humanos que después transformará en letras para cosechar la gloria y el éxito; es una persona incómoda para un político que encontrará cualquier excusa para quitarlo de en medio.

El tema de la depredación, presente en la novela en distintas manifestaciones —los concursos de belleza, el apartheid sudafricano, la relación entre crimen y política, las implicaciones éticas de usar a las personas como fuentes de información sin generar empatía con ellas, la violencia sexual—, nos invita a reflexionar sobre los diversos roles que los individuos juegan en la sociedad contemporánea, marcada por la violencia y la explotación del ser humano por el ser humano.

Al avanzar en la lectura, es imposible no recordar aquellas palabras que pronunciaba el personaje interpretado por Tom Hanks en la adaptación cinematográfica de Cloud Atlas (dirigida por las hermanas Wachowski en 2012): “Los débiles son carne y los fuertes comen”.

LA GUERRA SUCIA

Entre los temas que aborda la novela, merece especial interés el del conflicto que Higareda mantiene con un grupo de estudiantes guerrilleros, quienes han llegado incluso a secuestrarlo. Para vengarse de ellos, el gobernador, más “macho” que maquiavélico, no duda en hacer uso de las fuerzas del Estado para desaparecer, torturar y asesinar a todos aquellos que se interpongan en su camino, especialmente a esos jóvenes a quienes no deja de considerar un montón de revoltosos “robavacas”. Esta parte de la historia, a manera de puente, permite enlazar a la obra con trabajos anteriores del autor, especialmente con La sangre desconocida.

Al mismo tiempo, la inestabilidad política retratada en el Sinaloa de esta ficción encuentra ecos siniestros en la situación actual de la entidad, que desde el año pasado permanece sumergida en un conflicto al que se ha llegado a catalogar como una suerte de guerra civil.

Uno de los personajes es un periodista que no duda en utilizar a las personas para obtener las historias que necesita para impulsar su carrera. Imagen Unsplash MK S.
Uno de los personajes es un periodista que no duda en utilizar a las personas para obtener las historias que necesita para impulsar su carrera. Imagen Unsplash MK S.

CONSIDERACIÓN FINAL

En La noche de las reinas, Vicente Alfonso ha fraguado una novela ágil, tanto por la pulcritud de la prosa como por la estructura vertiginosa de la obra: los capítulos que recrean cada hora que pasa, alternando entre los distintos personajes, pasan ante los ojos sin que apenas uno se dé cuenta.

El libro también establece un diálogo con la producción anterior del autor (La sangre desconocida, A la orilla de la carretera), pues vuelve a temas que son preocupación habituales en él. Además, la novela, rica en su tejido narrativo, nos invita a reflexionar sobre temas que eran urgentes en 1978 y lo siguen siendo en 2025, como la violencia política, la represión social y la cosificación de nuestros semejantes en un país como México, en el que la corrupción y la crueldad parecen ser origen y, también, destino.

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Escrito en: Vicente Alfonso Sinaloa Literatura escritura

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