Columnas la Laguna Columnas La Laguna Editorial

Columnas

Ibero transforma

LA HIPERCONECTIVIDAD DIGITAL VS DESCONEXIÓN DIGITAL

LUZ MARÍA LÓPEZ MEZA

En la era de conectividad en la que vivimos, la tecnología ha transformado radicalmente nuestra manera de trabajar, estudiar y relacionarnos. Sin embargo, esta constante conexión también ha generado consecuencias negativas, entre ellas, el agotamiento mental, la difuminación de los límites entre la vida personal y profesional, y la sobrecarga de información.

Ante este panorama, el derecho a la desconexión digital ha comenzado a cobrar relevancia, especialmente en los ámbitos laboral, académico y social, como una forma de proteger la salud mental, el descanso y la calidad de vida de las personas.

En el plano laboral, el uso constante de correos electrónicos, mensajería instantánea y plataformas colaborativas ha creado una expectativa de disponibilidad permanente. Muchos trabajadores sienten la presión de responder mensajes fuera del horario laboral, lo que contribuye al estrés, la ansiedad y al síndrome de burnout. En respuesta a esta problemática, algunos países han legislado el derecho a la desconexión digital, como Francia, que desde 2017 reconoce legalmente la posibilidad de no responder correos fuera del horario de trabajo. Esta medida busca salvaguardar el equilibrio entre la vida personal y profesional, reconociendo que el descanso no solo es un derecho, sino una condición necesaria para la productividad y el bienestar. Según Buk y ExpokNews, el 72 % de los colaboradores ha experimentado burnout en el último año; un 16 % lo vive ocasionalmente y otro 12 % de forma frecuente; además este estudio revela que el 67 % de los empleados se siente emocionalmente agotado, y 31 % no se siente realizado en su trabajo.

En el ámbito académico, la digitalización de la educación, acelerada por la pandemia de COVID-19, trajo consigo una serie de beneficios, pero también nuevos desafíos. Estudiantes y profesores se vieron expuestos a jornadas extensas frente a una pantalla, tareas constantes y comunicaciones a toda hora. Esta hiperconectividad ha provocado fatiga digital, pérdida de concentración y una disminución en la motivación.

En el ámbito social, la constante interacción en redes sociales y plataformas digitales ha transformado la forma en que nos relacionamos. Aunque estas herramientas han acortado distancias y facilitado la comunicación, también han contribuido a una sobreexposición y a una dependencia del uso de dispositivos electrónicos.

La desconexión digital es una herramienta esencial para contrarrestar los efectos nocivos de la hiperconectividad. En los ámbitos laboral, académico y social, su implementación no solo mejora la salud mental y el bienestar general, sino que también favorece una relación más sana, crítica y equilibrada con la tecnología, y no debe entenderse como una renuncia a la tecnología, sino como un ejercicio consciente de gestión del tiempo y de los espacios de bienestar. Implica establecer límites claros, tanto a nivel institucional como políticas laborales que respeten los horarios, crear metodologías académicas nobles que promuevan el aprendizaje, y hábitos sociales que prioricen la presencia plena en las relaciones interpersonales. La desconexión digital no es antitecnología, sino una estrategia vital para la salud mental, productividad y calidad de las relaciones, para construir una vida más equilibrada, consciente y emocionalmente sostenible.

[email protected]

Leer más de Columnas la Laguna

Escrito en: Ibero transforma columnas

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Columnas la Laguna

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 2402351

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx