La educación no cambia al mundo:cambia a las personas que van a cambiar el mundo. PAULO FREIRE
Cuando inicié la Licenciatura en Ciencias de la Educación, a finales de los años setenta, uno de los autores que más me inspiró fue Paulo Freire, quien se cuenta entre los pensadoresmás influyentes en la historia de la pedagogía. Paulo Reglus Neves Freire nació el 19 de septiembre de 1921 en Recife, Brasil, y falleció el 2 de mayo de 1997 enSãoPaulo.Pese a que vivió su infancia en condiciones de pobreza, logró ingresar a laUniversidad de Recife en 1943. Cursó la carrera de Derecho, aunque nunca la ejerció, y amplió su formación con estudios en Filosofía y Psicología del Lenguaje. Eligió dedicarse a la docencia y comenzó como profesor de portugués en secundaria.A los 25 años fue nombrado director del Departamento de Educación y Cultura en Pernambuco, donde trabajó con comunidadesmarginadas,muchas de ellas analfabetas. En ese período desarrolló una metodología de alfabetización que buscaba aprendizajes significativos. Criticó el modelo tradicional, al que denominó “educación bancaria”, por considerar al alumno como un recipiente pasivo en el que sólo se deposita información. En su lugar; propuso una “educación liberadora”, basada en el diálogo, la reflexión crítica y la transformación social.En 1961 recibió el cargo director de Extensión Cultural de la Universidad de Recife. Un año después aplicó su método, y en 45 días enseñó a leer y a escribir a 300 personas que trabajaban en el campo. El impacto fue tan relevante que el gobierno de João Goulart lo llamó para coordinar el Programa Nacional de Alfabetización, con el objetivo de alfabetizar a cinco millones de brasileños mediante círculos culturales. Sin embargo, el golpe militar de 1964 canceló el proyecto. Freire fue encarcelado ymás tarde exiliado. Vivió en Bolivia y luego en Chile, donde publicó La educación como práctica de la libertad en 1967. Un año después escribió su obra más conocida, Pedagogía del oprimido, y en 1969 la Universidad de Harvard lo invitó como profesor.Sus ideas permanecen vigentes y aún inspiran a grandes pensadores.La pedagogía que creó propone formar personas libres, responsables y críticas, capaces de transformar su realidad. Motivada por esa visión, me inscribí como maestra voluntaria en el Instituto Nacional para la Educación de losAdultos (INEA), junto con tres compañeros.Gracias a la directora de la escuelaAño de Zaragoza, obtuvimos dos salones para trabajar los fines de semana. Promocionamos el proyecto en las colonias cercanas a la Plaza de Toros Torreón y comenzamos a dar clases de primaria y secundaria. Nuestros alumnos tenían entre 18 y 70 años.Durante dos años impartimos clases cada fin de semana.Muchos aprendieron a leer y escribir; algunos presentaron exámenes para obtener su certificado y otros simplemente disfrutaban el aprendizaje. Yo tenía 18 años, y esa experiencia es una de las más valiosas de mi trayectoria profesional, que hoy suma 45 años. En definitiva, a esta profesión le debo muchas satisfacciones, grandes amistades, y la esperanza de haber contribuido, como decía Freire, a formar personas capaces de cambiar el [email protected]