
Dote Marrón. EL SIGLO DE TORREÓN / Ramón Sotomayor
En México, datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), aproximadamente 4.18 millones de hogares carecen de presencia paterna. El 9.3 por ciento de los padres no viven con sus hijos ni participan en su crianza.
Mario Alberto Ibáñez Delgado, más conocido como Dote Marrón, integrante de la banda de rap Rango Bajo, fue uno de esos chicos en la ciudad de Gómez Palacio.
Su padre, con quien a pesar de todo dice mantener una relación cercana, tuvo que partir a Estados Unidos cuando el artista era apenas un niño. Ese sueño americano despertó a su familia en una realidad donde las mujeres tuvieron que hacerse cargo. Así creció, en las calles del barrio Santa Rosa de Lima y en un matriarcado formado por su abuela, su madre y sus tías.
“Esa fue una vivencia que tuve de niño, la falta de mi padre que se fue, como muchos mexicanos y laguneros, a buscar el sueño americano a Estados Unidos. Hay una relación muy cercana con él, a pesar de que se fue y sucedió esa historia, de ahí nació esta canción”.
Esa experiencia le sirvió de madera para avivar las rimas de una composición musical: ‘Papá se fue’, el primer sencillo de ocho obras inéditas que Dote Marrón se encuentra preparando en el estudio. Para eso es la música rap, comenta, para transmitir lo que se vive en carne propia.
“El padre hace falta en ciertos momentos, en la escuela, en graduaciones, en ese tipo de situaciones, más que nada en festividades. Pero soy de una familia de puras mujeres, muy bendecido con mi abuela, mis tías, mi madre, que nos supieron conducir. Y hay que decirlo, fui un niño muy feliz en el barrio; nos dedicamos a divertirnos, fue la forma en que no noté tanto la falta de mi papá”.
Lo recuerda bien: vivió entre las calles Ocampo y Vergel, siendo vecino del famoso compositor Güicho Cisneros. Luego vino el rap, se integró a Rango Bajo y piezas como ‘En filos de navaja’, ‘Día de asueto’, ‘Las batallas’ o ‘En busca de lo desconocido’ lo dieron a conocer entre la emergente escena del hip hop local.
Pero después, en 2005, dejó todo. La vida le mostró otras exigencias. Estudió la carrera de Administración Fiscal, tuvo a su familia y convertirse en el padre de dos niñas le dio motivos para retornar este año a la escritura.
“Llega un momento en que tienes que hacer lo que tienes que hacer y no lo que te gusta hacer. Hice una vida un poco normal, estudié la universidad, conocí a la que hoy es mi esposa e hice mi vida. Yo creo que no me equivoqué, pero sí tuve que tomar esa decisión. Y decido regresar porque, en estos 20 años de ausencia en el rap, la música que hice está ahí en las plataformas, con comentarios positivos. Entonces, sentía que le debía algo al rap. Yo tengo una deuda muy grande y quise volver para pagarla”.
Hoy con 42 años y con su característica escritura poética, Dote Marrón se ha atrevido a mostrar su rol como padre. En el videoclip de ‘Papá se fue’ se deja ver con su hija pequeña. De las mujeres de su familia aprendió a no repetir los patrones de la paternidad ausente, a sensibilizarse sin perder valor. Le parece una gran responsabilidad, pero a la vez, asegura, es lo mejor que le ha pasado.
“Ahora que tengo dos hijas, trato de disfrutarlas todo el tiempo que pueda, a estar con ellas en todo y ahí creo que cortamos el patrón. Me considero un buen papá”.
Producido por Ache Erre Beats, grabado en Blood Ink Records y con locaciones como las vías del ferrocarril en Gómez Palacio, ‘Papá se fue’ es un tema encuentra disponible en las principales plataformas digitales. Dote Marrón también adelanta la impresión de un disco de vinil e incluso la publicación de un libro.
“Que la gente esté al pendiente. Todo lo que viene es nuevo, fresco, diferente y sobre todo de buena calidad. Se me da mucho, soy muy romántico en el tema de escribir, pero no nada más del amor, sino en la vida en general. Hay que disfrutar la vida y me gusta mucho escribir. Por cierto, estamos escribiendo un libro del movimiento hip hop. Luego vamos a dar esa nota”.