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'El proceso fue de mucho aprendizaje', Patricia G. Santiago conversa sobre su próxima salida de la coordinación de Artes Visuales del IMCE

La artista lagunera concluye su gestión como coordinadora de Artes Visuales con un legado de apertura, equidad y promoción cultural

FOTOS: Ramón Sotomayor

FOTOS: Ramón Sotomayor

SAUL RODRÍGUEZ

Parada sobre el andamio, estira el brazo como la imagen de Dios en la Capilla Sixtina y pasa la brocha sobre la superficie. La artista Patricia G. Santiago realiza los trazos finales para el nuevo mural que habitará en la concha acústica de la Plaza Madero. Se trata también de uno de sus últimos proyectos como coordinadora de Artes Visuales en el Instituto Municipal de Cultura y Educación (IMCE), pues dejará el puesto al finalizar agosto.

“Hay que hablar del arte y la cultura, no como algo de élite o de lujo, sino como un lenguaje, como un asunto político […] El proceso fue de mucho aprendizaje, como estudiar una maestría”.

Aunque su meta de vida nunca fue trabajar para el gobierno, su salida del IMCE, recalca, es voluntaria y le deja mucho aprendizaje. Ahora buscará emprender y atender proyectos de índole personal. Patricia G. Santiago comparte su experiencia a la grabadora, sentada en una banca de la plaza, bajo la sombra de un árbol en el calor de la tarde y cubierta por su mandil manchado de pintura, huellas de su creatividad.

“Independiente de los partidos, soy muy crítica por las cuestiones de estado, porque siempre he pensado, y eso es teórico y práctico: el estado es un ente de pronto muy poderoso que se convierte, como dice Thomas Hobbes, en un leviatán, en un monstruo si se le descuida o se ponen energías raras. Entonces, hablando de mi experiencia dentro del gobierno, creo que mi ‘coco’ fue la cuestión burocrática y los procedimientos administrativos. Y digo, no le tengo miedo a eso, pero sí me di cuenta de que cojeaba, que hay cosas que se atoran por cosas muy absurdas, que están fuera de las manos de la gente, pero que se vuelven procedimientos muy engorrosos y muy absurdos. Honestamente, hay cosas con las que uno tiene que lidiar, pero también en al vida artística, como le digo a mi familia […] Hay mucho trabajo. Tienes que trabajar mucho y de una manera incansable […] Es como una zarza ardiente que quemas, terminas y sigues a otro proyecto”.

Su llegada al IMCE sucedió en 2021, a invitación del periodista Juan Noé Fernández, para estar bajo las órdenes del arquitecto Antonio Méndez Vigatá, quien por su trabajo la ratificó en el puesto para el periodo 2025-2027. Indica que durante estos últimos cuatro años llegó a atender hasta a mil 500 artistas. También trabajó en la curaduría de exposiciones como El Museo del Prado en Torreón (2023) y Arocena a Detalle (2025). Pero sin duda, si una exposición la marcó fue Finge no mirarme, la cual se desarrollo con temática LGBTTIQ+.

“Siendo honesta, el arquitecto Méndez Vigatá fue muy abierto. Algo de lo que me decía era que, por medio de mi visión, se había dado mucha apertura y diversidad en las propuestas. Pero son cosas complicadas. Al principio fue algo complicado, no por él, sino por la estructura. No se entendía el proyecto y sabía que no era fácil. Finge no mirarme fue un proyecto sobre la cuestión LGBTTIQ+ y era justo también tener cuidado para no herir susceptibilidades y lastimar a una comunidad que de pronto es vulnerable. Trabajamos de la mano de Iván Méndez Vela y se lograron cosas muy importantes. Una de ellas fue generar conocimiento y cuando hubo estos encuentros con los creadores locales, se generó conocimiento de saber que el lenguaje masculino era sobre la violencia y el lenguaje femenino sobre el sufrimiento, y esto por mandato de género”.

Dar voz y visibilizar a la comunidad artística, aprovechar espacios públicos cerrados y abiertos como receptores de arte, abordar temáticas sociales y de género, compartir experiencias y generar diálogos, aumentar 30 por ciento la colección de obras del acervo municipal, son algunos de los baluartes destacados durante la coordinación de Patricia G. Santiago. La maestra también destaca que cerca del 70 por ciento de los artistas beneficiados fueron mujeres.

“Se incrementó un 30 por ciento más de acervo, y la mayoría de obras fueron de artistas mujeres contemporáneas laguneras. Antes se veía un número más grande de hombres. En un acervo, en un patrimonio artístico, eso habla de un manifiesto, un ‘statement’. Y no sólo por invitación, sino por voluntad, hubo mujeres que donaron piezas increíbles como Estela Ramos, María Vigné, Martha Gándara, Guadalupe Castro. Hay piezas muy buenas que han fortalecido la colección”.

Tras concluir el mural de la Plaza Madero, el cual versa precisamente sobre el llamado Mártir de la Democracia y espera ser inaugurado el 31 de julio, Patricia G. Santiago tomará un descanso pendiente y regresará en la segunda quincena de agosto para ofrecer un taller gratuito en el IMCE y realizar la entrega-recepción al nuevo coordinador de Artes Visuales designado por el instituto. Ahora sólo tiene en claro algo: quiere pintar.

“Ahora la idea es la imagen de cuando haces una vasija: hice mucho trabajo de estructura por dentro, y ahora quiero hacer la estructura por fuera, como una especie de autoevaluación como artista, para ver realmente qué faltó y qué puedo cosechar de lo que hice en el instituto”.

FOTOS: Ramón Sotomayor
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Escrito en: Artes Visuales Patricia Santiago

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