
Artistas. Integrantes de Soloponto y el cardenchero don Guadalupe Salazar, antes de la función.
Una voz cardenche venció al silencio al interior de una sala del Museo del Algodón.
Se percibía rasposa, de nostalgia interior. Don Guadalupe Salazar, el último integrante vivo de los Cardencheros de Sapioriz, participó ayer jueves, junto al colectivo Soloponto, en una intervención coreográfica titulada Nieve en Otoño, la cual se inspiró en el algodón, también llamado ‘oro blanco’.
“A mi bella Laguna voy cantando / este canto que hubo en todo su extensión. / A la vez recordando a los abuelos / que cantaban trabajándole al patrón”, entonaba don Lupe.
Nieve en Otoño se conformó desde las sensaciones que alguna vez sintieron quienes laboraron en el oficio algodonero. Don Lupe fue uno de ellos. Minutos antes de la función de las 19:00 horas, dijo que trabajó en la pisca del oro blanco, y que recorría los campos de San Pedro de las Colonias y Tlahualilo. Una vez que terminaba la temporada, se trasladaba hasta Apatzingán, Michoacán; Delicias, Chihuahua y Guasave, Sinaloa.
“La pieza busca dar un homenaje a la pisca y a la gente que se dedicó a la pisca, desde cómo era el trabajo en ese entonces y las sensaciones que dejaba el algodón”, compartió Rogelio Arrañaga, cofundador de Soloponto.
La instalación, que consta de una estructura robótica como analogía de una despepitadora, terminará su estancia en el Museo del Algodón este fin de semana y, posteriormente, será trasladada al Centro de Artes del Norte (CAN), al interior de Casa La Morelos.