Vigencia de Federico Campbell
El pasado 15 de febrero se cumplió una década del fallecimiento de Federico Campbell. Por ese motivo, diferentes instituciones organizaron actos conmemorativos en honor del escritor. En el Centro Cultural Tijuana (CECUT) se realizó una serie de mesas redondas en torno a la obra y los temas que ocuparon al maestro. Allí quedó en evidencia la actualidad de sus ensayos, relatos y novelas.
Campbell nació en Tijuana en 1941. Fue periodista, narrador, ensayista, traductor y editor. Cursó la preparatoria en Hermosillo, Sonora, entre 1957 y 1958. En 1961 viajó a Nueva York y posteriormente se embarcó a Italia, trayecto que habría de marcar su visión del mundo y su literatura al advertir, desde muy joven, ciertos paralelismos culturales entre Sicilia y su ciudad natal. Volvió a México para estudiar derecho, filosofía y letras en la UNAM. En 1964 ingresó al taller literario de Juan José Arreola al lado de Elsa Cross, José Agustín, Gerardo de la Torre, Alejandro Aura y José Carlos Becerra, entre otros. En 1967 obtuvo una beca de The World Press Institute para estudiar periodismo en Macalester College, en Saint Paul, Minnesota, y fue reportero en The Hartford Courant en Connecticut. Fue corresponsal en Washington de la Agencia Mexicana de Noticias. Entre septiembre de 1969 y octubre de 1970 vivió en Barcelona escribiendo su primer libro, un conjunto de entrevistas con veintiséis escritores españoles titulado Infame turba.
A finales de los setenta fundó la editorial independiente La Máquina de Escribir, en donde debutaron autores que hoy son figuras centrales de nuestra literatura como Juan Villoro, Carmen Boullosa, David Huerta y Coral Bracho. Escribió las novelas Pretexta (1979), Todo lo de las focas (1982), Transpeninsular (1999) y La clave Morse (2001), el libro de relatos Tijuanenses (1989), el diario literario Post scriptum triste (1994) y los volúmenes de ensayo La memoria de Sciascia (1989) y Padre y Memoria (2016). También compiló la antología La ficción de la memoria (2003) que recoge investigaciones, ensayos, testimonios y entrevistas sobre la obra literaria de Juan Rulfo. Su obra, objeto de numerosos estudios académicos, ha sido traducida al inglés y al italiano.
Fue becario del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes en 1990 y de la Guggenheim Foundation en 1995. En 1999 ingresó al Sistema Nacional de Creadores de Arte. Entre las distinciones que su obra recibió están el Premio Bellas Artes de Narrativa Colima para Obra Publicada en el año 2000 por Transpeninsular, el nombramiento como Creador Emérito de Baja California en 2009 y el Premio Nacional de Literatura Letras de Sinaloa 2011.
Su legado periodístico abarca reportajes, crónicas y entrevistas publicados a lo largo de más de cinco décadas en muchos diarios y revistas de circulación nacional. Fue colaborador del periódico Excélsior en la época en que era dirigido por Julio Scherer, y posteriormente fue reportero en el semanario Proceso durante once años, de 1977 a 1988. Entre 1989 y 1993 escribió la columna semanal “Máscara Negra” en el diario La Jornada y hasta su muerte escribió en el periódico Milenio la columna “La hora del lobo”. Su manual del oficio, titulado Periodismo escrito, ha sido durante décadas una obra de referencia en facultades de periodismo y comunicación. Lo mismo sucede con el ya mencionado Infame turba. Pionero en el estudio de la literatura criminal en lengua española, publicó cientos de artículos periodísticos dedicados al tema, que fueron compilados en los volúmenes La invención del poder (1994) y Máscara Negra, crimen y poder (1995), más tarde agrupados en el volumen La era de la criminalidad.
Como traductor, Campbell se ocupó de la obra de autores como Harold Pinter, David Mamet y Leonardo Sciascia. Falleció en 2014 en la Ciudad de México.
