Mensajes como: “Prohibido dormir aquí”, “No sentarse ni acostarse aquí” y otros un poco más amables como “Amigo migrantes, no puedes descansar aquí”, amanecieron este jueves en puertas, ventanas y bardas de algunos vecinos. (GUADALUPE MIRANDA)
Ahora que la colonia Santa Rosa de Gómez Palacio se convirtió como un lugar de reposo y de espera para cientos de migrantes que buscan subir al tren, los colonos han manifestado su inconformidad y han decidido poner sus restricciones.
Mensajes como: “Prohibido dormir aquí”, “No sentarse ni acostarse aquí” y otros un poco más amables como “Amigo migrantes, no puedes descansar aquí”, amanecieron este jueves en puertas, ventanas y bardas de algunos vecinos de la calle Vergel y Juárez de este sector, ante la presencia de numerosos grupos de venezolanos, hondureños, eucuatorianos, colombianos y más, que han “tomado” las calles y banquetas como un lugar de descanso.
Y es que el sector se localiza a un costado de las vías del tren que se encuentran libres y no como en Torreón, Coahuila, en donde Ferromex ha “blindado” con cercas y presencia de elementos de segurida privada y pública, para evitar el acceso a los patios de maniobras.
Son al menos un par de cuadras a la redonda, en donde se han instalado los migrantes en espera de tener la oportunidad de subir al tren y continuar con su camino rumbo a la frontera con los Estados Unidos.
La petición sigue siendo la misma, “que nos permitan seguir”, es lo que dicen los migrantes, que pese a las “restricciones” de los vecinos, siguen acampando en sus calles y banquetas con las pocas pertenencias que llevan.
Aunque también la situación en la que se encuentran estas familias que viajan con una buena cantidad de niños, ha ablandado el corazón de los laguneros, como el de Eduardo, quien a bordo de su motocicleta y acompañado por un familiar, llevaron a las familias burritos y algunas frituras para los más pequeños.
“Les traje unos pequeños burritos y churritos para colaborar con ellos un ratito, 40 burrito, es la primera vez que venimos”, dijo Eduardo quien visiblemente conmovido hasta las lágrimas, aseguró que regresaría para apoyarlos.
Quienes también aprovecharon la situación, fue una compañía de telefonía celular, cuyos promotores acudieron para hacer entrega de chips de forma gratuita para que los migrantes pudieran tener comunicación con sus familiares sin costo alguno durante 30 días.
Emocionados y sin dudarlo, tomaron este apoyo.
