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Cleptocracia

JOSÉ LUIS HERRERA ARCE.-

Para rematar el artículo de la semana anterior, quiero hacer una cita del libro: Armas, gérmenes y acero, del autor Jared Diamond. Editorial debolsillo.

"Ya debería haber quedado patente que las jefaturas introdujeron el dilema fundamental de todas las sociedades no igualitarias y gobernadas desde el centro. En el mejor de los casos, son positivas por cuanto prestan unos servicios costosos imposibles de contratar a título individual. En el peor funcionan sin inmutarse como cleptocracias, transfiriendo riquezas netas del pueblo llano a las clases altas. Estas nobles y egoístas funciones están indisolublemente vinculadas, aunque algunos gobiernos ponen mucho más énfasis en una función que en la otra. La diferencia entre un cleptócrata y un estadista sabio, entre un barón ladrón y un benefactor público, es únicamente de grado; se trata solo de saber qué porcentaje del tributo recaudado de los productores queda en poder de la élite, y hasta qué punto les agrada a los ciudadanos corrientes, los usos públicos a los que se destinan los productos redistribuidos. Consideramos al expresidente del antiguo Zaire, Mobutu, un cleptócrata, porque se quedaba con una porción excesiva de los tributos, (El equivalente a miles de millones de dólares) y redistribuía una cantidad excesivamente reducida de tributos (no hubo un sistema telefónico que funcionase en el Zaire de entonces). Consideramos a George Washington un estadista porque gastó el dinero de los impuestos en programas ampliamente admirados y no se enriqueció en su cargo; sin embargo, George Washington nació en la riqueza, que está distribuida de manera mucho más desigual en Estados Unidos que en las aldeas de Nueva Guinea." Pag 317.

Podemos aplicar esta definición a los gobiernos que tuvimos en algunos estados en los sexenios anteriores, los Duarte de Veracruz y de Chihuahua, y algunos otros, donde se perdió la medida del haz obras compadre. Y al parecer, los políticos no aprenden, porque siguen empeñados en lo mismo, sus fortunas o intereses personales, en contra del bienestar nacional. No miden lo que sus actos puedan ocasionar en el futuro, porque posiblemente saldrán del país con sus familias y conseguirán otras nacionalidades.

No es que del otro lado sean benefactores. Complemento con otra cita del libro Lenin, una biografía, de Víctor Sebestyen. Editorial: Ático de los libros:

Lenin "Prometía a la gente lo que hiciera falta con total desfachatez. Prometió tierra a los campesinos, aunque no creía en ellos, quería nacionalizar los terrenos para que los campesinos trabajasen en grandes granjas colectivas de propiedad estatal. Dijo que los trabajadores deberían dirigir sus fábricas, pero lo cierto es que no creía en los trabajadores que controlaban las empresas, ni tampoco en la promesa de establecer cooperativas administradas por sindicatos. Su objetivo era centralizar el control del trabajo bajo el liderazgo de su partido. Cuando el gobierno provisional retrasó las elecciones a la Asamblea Constituyente que, en un principio, estaban previstas para principios de septiembre, Lenin lo atacó por traicionar la democracia. Por supuesto, el no creía en la "Democracia burguesa" (Elecciones libres entre partidos políticos en competencia) y, por eso, no hubo elecciones durante setenta años en el estado que él creó. Les dijo a sus lugartenientes que era importante que la propaganda transmitiera el mensaje de forma sencilla. "Hay que hablar de paz, tierra, pan, esas cosas, Así brillaremos como un faro en la oscuridad". Defendió lo que sabía que eran mentiras sobre la base que le servía para racionalizar la mayoría de cosas: el fin, la revolución socialista, justificaba los medios" (Pag. 355)

Los gobiernos que se basan en el proletariado, por lo general, no surgen del proletariado, sino de las clases medias inconformes que han tenido algún tipo de enfrentamiento con la sociedad donde viven. Las personas son tomadas como carne de cañón y muchas veces son explotadas, o asesinadas, por así convenir a los intereses de los gobernantes. Stalin es la continuación de Lenin y sabemos de sus purgas. Mao fue el responsable de muchas otras muertes. Corea del Norte se ha convertido en una monarquía con la familia de los Kim; el actual vive como multimillonario.

Los pueblos son sumisos. Alguien con un ejército, o con un arma, se impone a ellos. Ya no son solo los gobiernos, sino también los grupos delictivos, quienes los explotan y se va perdiendo la credibilidad en cualquier tipo de discurso.

El futuro es lo que está en juego.

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