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Mirar más allá de Agua Saludable para La Laguna

JULIO CÉSAR RAMÍREZ

La sobreexplotación es el mayor problema que presenta el acuífero Principal 0523-Región Lagunera, en las cuencas centrales del norte de México. Sus efectos son el descenso alarmante del nivel de agua subterránea en el área metropolitana que ya presenta conos de abatimiento; áreas con espesor saturado agotado; flujo subterráneo invertido; agua subterránea contaminada con minerales tóxicos que producen cáncer en la población; escasez de agua, con tandeos, pipas de agua, suspensión del servicio, etc.; descontento social; pérdidas económicas por mayor cantidad de pozos caducos; y perforación de nuevos pozos a profundidades de hasta 450 metros.

Las causas de esta grave situación son las extracciones mayores al volumen concesionado y, además, el volumen concesionado mayor a la recarga.

Tales causas están ligadas, a su vez, con la existencia de pozos ilegales -pozos caducos que no se clausuran- y pozos legales con equipos de bombeo sobredimensionados. A más de un sistema obsoleto de medición de extracciones; disminución de aportaciones de los ríos a la recarga; políticas públicas que incentivan la sobreexplotación -como subsidios a energía eléctrica, rehabilitación de equipos de bombeo y mejoras parcelarias-; así como leyes y normas que incentivan, de igual manera, la sobreexplotación, como la Norma Oficial Mexicana NOM-011-Conagua-2015 -que desinforma, porque esconde la sobreexplotación real-, y la transmisión de volumen de pozo a pozo conforme a la Ley de Aguas Nacionales.

De esta manera, las afectaciones son mayores al volumen concesionado y, además, el volumen concesionado es mayor a la recarga. Es la razón por la cual hay sobreexplotación del acuífero.

¿Qué hacer? Algunas propuestas viables con base en el marco legal existente, podrían ser las siguientes: ajustar las concesiones al valor de la recarga real.

Para coadyuvar a que las extracciones sean igual o menores a las concesiones ajustadas en el área del acuífero Principal 0523 -acuífero sobreexplotado-, retirar el subsidio a la tarifa 09 de la Comisión Federal de Electricidad y demás apoyos gubernamentales destinados al fomento agropecuario de los sobreexplotadores.

Para el control de las extracciones, en que las extracciones sean igual o menores al valor de las concesiones ajustadas, realizar la medición con sistemas telemétricos y supervisarlas.

En la recuperación de las condiciones geohidrológicas naturales del acuífero -a como estaba hace treinta o cuarenta años-, una vez seleccionados los sitios apropiados, destinar una parte del volumen almacenado en el sistema de presas a la recarga inducida.

En la administración futura y presente del acuífero Principal 0523, establecer mecanismos que fomenten la participación auténtica de la sociedad.

Para la rendición de cuentas, en el balance geohidrológico del acuífero Principal 0523, en el apartado de las extracciones, considerar las extracciones reales y nunca el valor del volumen concesionado.

Ajustar la superficie sembrada al volumen de las concesiones ajustadas, con una lámina de riego de un metro.

La Ley de Aguas Nacionales y la NOM-011-Conagua-2015 explican cómo debe hacerse un balance geohidrológico.

La Ley de Aguas Nacionales dice que la gestión o administración de las aguas superficiales y subterráneas debe ser a nivel de cuenca hidrológica y que la Semarnat expedirá las normas oficiales en materia hídrica; entre estas normas, la NOM-011-Conagua-2015 establece el método para determinar la disponibilidad media anual del agua en las cuencas superficiales y en los acuíferos.

Sin embargo, el área administrativa del acuífero Principal-Región Lagunera, como la tiene delimitada la Comisión Nacional del Agua (Conagua), no corresponde a ninguna fuente o cuenca hidrológica. Hay ahí una omisión por parte de la Conagua, por no cumplir el artículo 7 fracción I de la Ley de Aguas Nacionales.

Ahora bien, el proyecto Agua Saludable para La Laguna, de próxima inauguración en su primera etapa, es esperado con cierto grado de esperanza ante la situación de emergencia medioambiental y de salud pública ocasionada por el mal del hidroarsenicismo crónico regional endémico; la obra de infraestructura busca abastecer agua sin arsénico a la población, pero es una alternativa parcial, no integral; deja pendiente o sin solución el mayor problema que presenta no sólo el acuífero Principal 0523-Región Lagunera sino la región hidrológica en su conjunto: la sobreexplotación del agua.

Para construir alternativas de fondo a los impactos de la severa crisis del agua que padece La Laguna, es muy importante la participación y organización comunitaria.

La reforma al artículo 4° constitucional del 8 de febrero de 2012 consagra la participación ciudadana.

Sólo con un enorme esfuerzo ciudadano y una Ley General de Aguas que garantice que las decisiones se tomen con participación amplia y transparente, se podrán abrir las puertas al futuro del agua.

Así, falta lo que falta.

@kardenche

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