(MIXTÉ ANTUNA)
Ha viajado desde España para presentar Conquistador del cielo, un libro infantil en honor de su abuelo. Marybel Sarabia Huidobro es nieta de Francisco Sarabia Tinoco, el lagunero que conquistó el firmamento aquel 24 de mayo de 1939, cuando voló desde Ciudad de México hasta el campo Floyd Bennett, en Nueva York y rompió la marca de velocidad, volando tan solo en 10 horas y 47 minutos.
“Ha pasado tanto tiempo y él sigue en la historia. Es un orgullo tenerlo y por esto estoy tratando de hacer esto, para que continúe la historia de él, como la de tantos héroes, un ejemplo total”.
Durante el confinamiento de la pandemia, Marybel Sarabia Huidobro se entregó a la escritura. En primera instancia, pretendió redactar frases sobre su vida personal, sobre su padre y su familia. Después llegó la idea de hacer un libro para niños, con su abuelo, don Francisco Sarabia, como protagonista. Así, las raíces familiares tomaron sus palabras y emprendieron vuelo a través de la lectura.
“Empecé a hacer la historia de mi abuelo y después resulta que lo quería con muchos colores. Quería enseñar los colores de México y empecé a hacer un concurso en Facebook, luego un chico valenciano hizo las ilustraciones. Después, esto se volvió una locura porque un día dije: ‘Ya lo terminé. ¡Ahora lo voy a imprimir!’. Hice algunas copias solamente para mí, después empecé a decirle a mis amigos y todo mundo me dijo que debería hacerlo más en grande”.
Conquistador del cielo será presentado este jueves 17 de noviembre, en punto de las 18:00 horas, en el Museo Francisco Sarabia de Ciudad Lerdo. El volumen incluye los pasajes más significativos en la breve pero fructífera vida del aeronauta: su niñez, sus inicios como piloto y los hechos más importantes.
“Sería imposible poner un libro todo lo que hizo. Su historia es bastante larga, aunque su vida es muy corta. Su historia es muy extensa, porque no sólo fue piloto, también fue corredor de autos, tuvo un circo aéreo. Todo eso no lo puedes poner en 40 o 30 páginas, pero más o menos es eso: la historia de por qué empezó y enseñarle a los chicos, que era alguien como ellos que tenía mucha ambición, mucha visión, y al final de todo, pues lo hizo”.
Se trata de una historia local, que ayuda a entender los cimientos sobre los que se ha construido la cultura de la Comarca Lagunera. El relato sobre Francisco Sarabia, acompañado por pequeños textos y detalladas ilustraciones, puede resultar estimulante para los pequeños lectores.
“Hay que recordar a nuestros héroes, porque es nuestra historia y es lo que nos ha hecho a cada uno de nosotros. No importa de qué estado vengas, tenemos héroes, tenemos historias y debemos conocerlas para saber por qué lucharon ellos, sino es como ahora, nadie sabe nasa y todo mundo va disparado”.
Marybel Sarabia Huidobro accede a los recuerdos de su abuelo a través de anécdotas familiares. Su abuela lo tenía muy presente y le heredó su compañía por medio de la palabra.
“Era muy parecido a mi padre. Cuando mi padre muere, porque murió también en un accidente de avión cuando yo tenía 11 años, mi abuela se metió más en el mundo del recuerdo y entonces me hablaba de todas las anécdotas, cómo conoció a mi abuelo, cómo se escribían cartas. Entregué al museo muchísimas de las cartas que ellos tenían, que en aquel entonces eran telegramas, y muchísimas fotos que también entregué luego al museo”.
Francisco Sarabia Tinoco murió el 7 de junio de 1939. El avión que tripulaba falló, deteniéndose por completo. Luego cayó a las aguas del río Potomac, minutos después de despegar de Washington, D.C., cuando regresaba a la Ciudad de México.
