(EL SIGLO DE TORREÓN)
Kenia Herrera Castillo, una mujer migrante originaria de nicaragüense y que fue internada en el Hospital General de Allende, resultó lesionada al arrojarse junto a otros familiares de una patrulla en movimiento cuando era trasladada con otros extranjeros hacia el sur del estado de Coahuila por presuntos elementos de seguridad del municipio de Nava.
"Nosotros íbamos llegando rumbo a Piedras Negras, cuando en eso miramos un retén y nos detuvieron, nos dijeron que nos iban a dar ayuda. Primero nos pidieron documentos y mi hermana le contestó que no, que solo migración nos tiene que pedir los documentos y el oficial que estaba allí, dice: no, vamos ayudarlos a avanzar más para allá" relató Herrera Castillo entre sollozos.
Indicó que comenzaron a rodearlos y, pese a manifestarle a uno de sus compañeros de camino que se le hacía sospechosa dicha situación y le daba mala sensación, se subieron a las unidades: dos patrullas y una camioneta blanca sin placas, ni logotipos. Y al avanzar unos metros, las unidades dieron la vuelta en U y comenzaron a avanzar hacia el sur, es decir, en sentido contrario.
Al ver esta situación le manifestaron a los elementos que ellos no van para atrás, si no siempre recto y recibieron como repuesta, que iban a ir por otros migrantes y que les llevaban agua; refiriéndoles que ellos traían el líquido. Kenia Herrera señaló que al observar que la situación era lo contrario a lo que les dijeron, comenzaron a golpear la caja de la patrulla y se arrojaron de la unidad.
"No están mis otros familiares, éramos 14 y ahorita estamos ocho familiares nada más. A mí niño no me lo querían dar, pero uno de mis sobrinos lo jaló, a la otra muchacha que trae a su bebé también la tenían como resguardada dos policías, uno de ellos se llama Jairo Pérez, en la placa. Yo le tomé el arma si, pero el me puso las manos. Yo le dije si ustedes no se detienen, nosotros nos tiramos", indico la migrante nicaragüense.