(CORTESÍA)
Considera que la danza contemporánea se traduce en un estilo de vida. Más allá del tema estético o la coreografía, esta disciplina artística rige y cambia su día a día. La danza se impregna en la convivencia familiar del bailarín Jesús García y su círculo cercano. Su influencia también reside en hábitos, entrenamiento y alimentación. A final de cuentas, la principal herramienta de un bailarín es su propio cuerpo.
“Si la danza actúa como ser humano y mueve emociones, sentimientos, pensamientos, creo que tiene un buen efecto en Jesús García. Va de la mano, como te comenté, del entrenamiento, el perfeccionar los movimientos, el buscar un lenguaje, un germen de movimiento. Pero creo que Jesús García busca esa cotidianidad de la danza con su día a día”.
Graduado de la Escuela Municipal de Danza Contemporánea e integrante de la Compañía Mezquite hasta 2021, Jesús García ha decidido diseñar el siguiente paso en su carrera y aventurarse en la libertad de un artista solista. Realizará su debut en esta nueva etapa, interpretando cuatro piezas en el Teatro Alfonso Garibay, el próximo jueves 30 de junio a las 20:00 horas. La presentación será gratuita y contará con la participación del maestro Ruby Gámez, como invitado especial.
“Hablando de esta cotidianidad, los cuatro solos o las cuatro coreografías que están a mi cargo en la interpretación, son sobre personajes de la vida cotidiana. La primera coreografía (de Judith Téllez) es de un rockstar en decadencia, en cómo de estar en la fama va perdiendo este éxito que en su momento llegó a tener y se encuentra en el piso y cómo puede sobrellevar, ya no tanto su vida artística, sino su vida normal. A veces vemos nada más al artista y dejamos de ver al ser humano, y creo que hay que conjuntarlo”.
La segunda obra, autoría de Ruby Gámez, trata sobre un coatí, pues la danza también juega con la naturaleza y busca figuras animalescas. Posteriorimente, el maestro Gámez actuará en escenario con otra obra de su autoría. Luego, Jesús García retornará al escenario para interpretar una obra compuesta por él mismo. Finalmente, Gámez cerrará la función interpretando la coreografía en alusión a un beisbolista.
“El bailarín afina, construye a través de su cuerpo y es un instrumento muy valioso, pero también difícil de afinar, de cuidar, de mantenerlo. No es como el músico que llega y guarda su violín en su estuche, no, tú como bailarín tienes que, cuidar, entrenar, checar la alimentación. Lo tienes que afinar con un entrenamiento que, en ocasiones se convierte en dos o tres horas diarias, más los ensayos. Todas las artes, las manifestaciones artísticas, no podemos separarlas; todas van juntas.
No se trata de la primera presentación que Jesús García realiza como solista, pero sí será la primera vez que salga a escenario como bailarín independiente. Se trata de una nueva aventura, en el que ha encontrado obstáculos similares a los que experimentaba cuando formaba parte de una compañía local.
“Creo que las artes tienen un vínculo en cada una de las manifestaciones o lenguajes que tenemos, va ligado. Los trazos de la pintura también son trazos en la danza. En la música, está el sonido, pero el bailarín tiene sus propias pulsaciones, su propio tiempo, que a veces lo empata con la melodía, pero también en la danza contemporánea podemos, no utilizar la música como tal, sino utilizar este tiempo, este timing que el cuerpo también te va dictando”.
