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Actualmente, se dice que los bebés nacen con una computadora, o celular bajo el brazo. Y es que a muy corta edad comienzan a manipular dispositivos electrónicos como parte de su cotidianidad. Los padres normalizan el uso del celular como un juguete lúdico que les ofrece diversas formas de diversión, o al menos, piensan, los entretiene.
Esta acción, cada vez más, los aleja de las bondades de sumergirse a historias narradas a través de libros. Por otro lado, la dinámica de la vida actual aleja a los padres de familia a provocar un acercamiento con sus hijos a través de la lectura. Siempre falta tiempo.
Es así que cada vez menos familias disfrutan de lecturas de cuentos antes de dormir, sin embargo, se trata de una acción que potencia un mejor desarrollo intelectual en los infantes. Por eso bien valdría la pena dedicar, al menos media hora, a que por medio de la lectura, los más pequeños del hogar echen andar la imaginación.
La realidad es que no se necesita mucho: una buena atmósfera, un libro de cuentos y quizá algunas ricas galletas para compartir. Aquí te indicamos algunas de las bondades que se obtendrían si se retoma, en familia, la magia de la literatura infantil.
De acuerdo con algunos expertos en el tema, se informa que de los principales motivos por los que se recomienda fomentar en los niños el hábito de leer es que: incita a los infantes a utilizar su imaginación; incrementa su capacidad asociativa; despierta en ellos una curiosidad intelectual, misma que en el futuro los podría llevar al gusto por actividades como la investigación o la ciencia, o cualquier otra rama que implique conocimiento; a la larga, reporta beneficios en el aprendizaje y el rendimiento escolar; fomenta la capacidad de memorizar, que se refiere al almacenar y recuperar información previamente aprendida.
Para iniciar a los niños y a las niñas al mundo que ofrece la lectura, se recomienda, primero, dejarlos que se familiaricen con algunos materiales que contengan ilustraciones que los vayan guiando al ritmo de una lectura en voz alta por parte de los padres, además, se debe, respetar las pausas que ellos hagan para que puedan escanear los escenarios que su oído está registrando al avanzar de las páginas.
Otro de los puntos importantes es que se trabaja en las emociones, debido a que los niños cuando leen un cuento se ven reflejados en los personajes y son capaces de empatizar con sus problemáticas. Aprenden de forma innata a reconocer esos mismos sentimientos en situaciones de su vida cotidiana, por lo que resulta más fácil al adulto guiar al pequeño a solucionar sus conflictos emocionales. Inculcar la lectura desde la infancia representa un acto de amor que ayudará, sin duda, al mejor desarrollo de los adultos del mañana.
Es así, que bajo este conocimiento, desde hace 13 años, El Siglo de Torreón impulsa su proyecto Leemos, un concurso de comprensión lectora que impacta a niños y jóvenes en su formación como individuos y en su papel como miembros de una sociedad. Actualmente, las inscripciones están abiertas.