(CORTESÍA)
Se trata de una de las parejas literarias más importantes que ha tenido México. Ambos fueron excelentes escritores. Elena Garro se caracterizó por narrativas y poéticas sólidas, pionera del realismo mágico en el país, mientras que Octavio Paz destacó en sus poesías y ensayos, mismos que en 1990 lo llevaron a obtener el Premio Nobel de Literatura, siendo el único mexicano que hasta el momento lo ha recibido.
Los dos escritores fallecieron en 1998. El primero en irse fue Octavio, un 19 de abril. Elena haría lo propio meses más tarde, el 22 de agosto. Ya se habían separado al momento de su partida. Garro ha evidenciado en textos testimoniales las prohibiciones y celos de Paz. “Durante mi matrimonio, siempre tuve la impresión de estar en un internado de reglas estrictas y regaños cotidianos”, escribe la poeta en Memorias de España 1937 (1992), su libro de recuerdos.
Peter Earle, profesor e investigador ingles, precisó que desde su noche de bodas, acontecida el 25 de mayo de 1937, antes de que realizaran un viaje de tres semanas por España, Elena y Octavio no tenían buena relación. “El matrimonio resultó ser, para él, una extraña síntesis de conveniencias y enojos; y para ella, una serie de sumisiones y frustraciones”.
Los restos de Elena Garro descansan en el cementerio Jardines de la Paz, ubicado en Cuernavaca, Morelos. Los de Octavio fueron cremados y, en marzo de 2022, trasladados al Colegio de San Ildefonso, en Ciudad de México.
