Los efectos secundarios más comunes son el vómito, dolor de cabeza, fiebre y síncope. (ARCHIVO)
Conforme la vacunación contra el COVID-19 avanza en el mundo cada vez más se expande el rango de edad para que la mayoría de la población se encuentre protegida ante el virus. Desde enero de 2021 la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha autorizado la aplicación de la vacuna de Pfizer-BioNTech para los menores de 5 a 11 años.
Estados Unidos comenzó la vacunación de menores con la vacuna Pfizer en noviembre del año pasado a pesar de no contar con la autorización de la OMS, sin embargo, de las 8,674,378 dosis aplicadas solo menos del 0.01% de menores vacunados han presentado efectos secundarios leves, donde se registran algunas reacciones alérgicas y casos de inflamación cardiaca poco frecuentes, mientras que 100 niños presentaron efectos secundarios graves.
Por otro lado un estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades ha arrojado que la vacuna Pfizer en los menores puede no ser tan efectiva como en los mayores debido a que la alta tasa de contagio de la variante ómicron.
Dentro de los efectos secundarios más comunes se encuentra el vómito, dolor de cabeza, fiebre y síncope.
Los fabricantes de vacunas Pfizer-BioNTech han solicitado a la Administración de Medicamentos y Alimentos la autorización para aplicar la vacuna también a los niños de 6 meses a 5 años de edad y con ello frenar el avance del COVID-19.
Aún así es importante vacunar a los menores de edad ya que pueden transmitir la enfermedad de manera desapercibida, debido a que la mayoría de los niños no presentan cuadros graves de infección al COVID-19 y perjudicar a aquellos que se encuentren vulnerables. Los estudios demuestran que el 98% de niños vacunados no presentan efectos secundarios.
