Columnas la Laguna

Anécdotas

Ataques de pánico con las tarjetas de crédito clonadas

HIGINO ESPARZA

Un reproche más que una queja, lanzó uno de los tantos clientes de los bancos que han sido víctimas de los ladrones cibernéticos ("hackers" en inglés; en español los "piratas del espacio") y no se explican cómo es posible que los custodios oficiales del dinero de sus clientes admitan retiros no reconocidos tramitados con tarjetas bancarias que han sido clonadas por los delincuentes de la digitalización, un comportamiento operativo que raya en una desatención imperdonable en perjuicio de los cuentahabientes.

Seguramente suman cientos los clientes defraudados cuyas cuentas han sido vaciadas por empresas fantasmas que se mueven a través del internet y que sólo aparecen cuando se investigan las denuncias de los afectados, como sucedió recientemente con los fondos depositados en una sucursal bancaria de Gómez Palacio, retirados fraudulentamente en un período comprendido de diciembre del 2021 a febrero de 2022.

Resulta inverosímil que una institución bancaria autorice retiros de nombres extraños que no caben en la terminología bancaria o empresarial, tales como Payula Isagenix, Nano Biotechnology, Melaleuca, Merpago, Feverup, STP wwwfeverpu Com, Activz México, nombres extraños,

cursis y chocantes que se repiten a lo largo de los meses, hasta que el afiliado bancario descubre que su saldo ya no existe. Y no lo descubre a tiempo, porque los estados de cuenta no los recibe en su domicilio y tiene que acudir al banco a realizar los trámites de rigor que comienzan con una larga espera, sentado en una silla, esperando que en la pantalla del fondo aparezca la contraseña que le dieron al entrar a las oficinas. En los tiempos de la pandemia la comparecencia física en los bancos se hizo más complicada, pero en ese largo tramo los bancos no aplicaron ninguna medida preventiva que pusiera coto a los robos cibernéticos.

El cliente que sufrió la pérdida de su dinero, no sólo resulta afectado en su economía, sino también en su estado emocional, pues lo acometen ataques de pánico que lo ponen al borde del suicidio. No sabe si ponerse a llorar o de plano darse un tiro en la sien derecha al verse atrapado, de golpe y porrazo, en la pobreza, con todo el producto de sus esfuerzos en manos ajenas, invisibles y rastreras.

Pero los bancos se encuentran atareados en otras cosas: hacerse publicidad para atrapar a más incautos que todo lo creen, y anuncian planes de inversiones crediticias y engañosos retiros que obligan al interesado a difundir sus datos personales que merecen secrecía absoluta. Esos retiros podrían significar el puente para dar paso a los fraudes cibernéticos que abruman y desconsuelan. Uno de los anzuelos bancarios consiste en "invitar" al tarjetahabiente a tramitar "el dinero en efectivo que necesitas fácil y rápido…" Queda claro que los ladrones del espacio no necesitan de tales incentivos para hacerse del dinero ajeno. En la publicidad bancaria se incluye una extraña y amenazadora advertencia: "Incumplir con tus obligaciones te puede generar comisiones" ¿Qué significa esto? ¿Qué si te roban hay que pagar?

Una excusa de los bancos sobre el no envío de las cuentas a los depositarios, es que las remiten por la internet y por el teléfono celular. ¿Pero los que no tienen internet ni tampoco celular? ¿Qué van a hacer? Lo mejor sería ya no confiar nunca más en los bancos y abrir cuentas mínimas en diez o más bancos para que los saqueos no duelan tan duro y profundo. La alcancía con una ruedita al fondo podría representar una buena opción, lo mismo que la caja fuerte, pero ¿Si olvidamos la combinación?

Los expertos de cajón aconsejan cambiar el número de la tarjeta bancaria cuatro veces al año, y yo digo e insisto: fuera tarjeta, fuera el cajero, fuera el banco y fuera la digitalización.

Llorar no es bueno, pero sí una reflexión: "¿Investigarán los bancos las quejas de los defraudados? ¿Les devolverán su dinero? ¿Por qué aparece un retiro en mi cuenta a nombre de Cinemex si desde hace muchos años no voy al cine? ¿Por qué los cibernéticos me escamotearon mi premio de 80 mil pesos, un dinero que depositó a mi cuenta la secretaría de Educación Pública por haber ganado el primer lugar en su programa de estímulos a la creación artística? Un programa en el canal 11 difundió recomendaciones para evitar los robos de identidad y los fraudes consiguientes. Los fraudes en línea son analizados y los resultados dados a conocer por el citado canal, con recomendaciones en el sentido de tener cuidado en el manejo de los cajeros; no proporcionar por teléfono ni por ninguna otra vía, nuestros datos personales y mucho menos hablar al banco, porque el banco no contesta.

Si el fallido suicida se presenta en el banco a tratar de haber valer sus derechos bancarios, encuentra un ambiente frío e indiferente, con tres filas de sillas separadas por aquello de la sana distancia y las oficinas encapsuladas de los ejecutivos que atienden a los quejosos -creo que son dos más el gerente- quien se dedica a recorrer los espacios para atender las situaciones que le competen. No hay servicios sanitarios de uso público y a los clientes con urgencias urinarias los envían al baño de la gasolinera que está a media cuadra. (En ese momento pensé: ¿si la gasolinera está a tres o cuatro cuadras de distancia o bien, los encargados cierran el servicio con llave? ¿Dónde orino? La atención, por lo tanto, es tardada y desesperante y encoge los corazones. ¿Qué les cuesta a los banqueros repartir paletitas de dulces, muéganos y cacahuates para endulzar el ánimo de sus clientes? ¿Autorizar el uso de los baños del banco a los clientes en apuros? Una palmada en el hombro sería suficiente y si es de las damas mucho mejor. En fin, mañana volveré a los aposentos de mis desgracias, esperando justicia.

El Grupo Empresarial de la Laguna, culpa a los usuarios de propiciar los delitos de robo de identidad y su presidente Jesús de la Garza nos pidió cautela con un señalamiento por adelantado: "Los delitos de robo de identidad de presentan como resultado de una acción permitida por parte del usuario". Ahora resulta que esos desdichados usuarios son los culpables de que los roben impunemente. En fin, en esta tercera visita para dar seguimiento a mis reclamaciones por cargos no reconocidos, salí con más experiencias: sentado en una silla, esperar con paciencia a que aparezca en la pantalla mi clave AK7; cuando surge y señala la oficina 11, acudo con bastón y carpeta en la mano ante el ejecutivo en turno: Le explico el problema, llama al asistente que está ocupado abriendo la puerta a los clientes que llegan, y le ordena:- Llama por teléfono y comunícalo al centro de contacto. El joven, a quien le pido que cuando ascienda a presidente del Banco de México ordene a todos los bancos instalar baños destinados a los usuarios y cafeterías con venta de tlayudas y garnachas, digitaliza la llamada y una voz lejana dice: "A su servicio ¿En qué podemos servirle? Chin, exclamo a mi vez pues esa voz hace que le repita los cargos no reconocidos, un listado de más de cuarenta defraudadores que se ostentan con los nombres mafiosos ya dichos. Es tanta la urgencia urinaria que pongo el teléfono a un lado del marcador y salgo rumbo a la gasolinera para lo que ya ustedes ya saben. Regreso, recupero el aparato y efectivamente, ahí sigue la persona a la que ya le había informado que tenía que colgar porque ya me andaba.

"Le faltan documentos, copias de la credencial del INE por ambos lados, y los documentos que le solicitamos desde un principio… Tres veces ¡chin! volví a exclamar, cogí mi bastón y salí a la calle. Afuera, los cocteles de frutas me esperaban, a 35 pesos el vasito, pero sólo los saboree de lejos porque mis recursos monetarios ya habían emigrado. ¿Es tan bajo mi nivel de cultura y educación? Pregunto porque Avelino Hernández, coordinador del Consejo de Ciencia y Tecnología asegura: "A mayor educación, menos exposición a delitos digitales y robo de identidad". En fin, regreso a casa, tiro el bastón a la azotea y corro al baño, no sea que también los "hackers" me lo digitalicen. Y el baño parece decirme: "Escanea, activa y descarga".

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