La tradición del sarape coahuilense se encuentra exhibida en el Museo del Pueblo de Guanajuato, donde la muestra Territorios del Sarape. (FOTOS: VERÓNICA RIVERA)
La tradición del sarape coahuilense se encuentra exhibida en el Museo del Pueblo de Guanajuato, donde la muestra Territorios del Sarape. Rescate e innovación profundiza en el legado y confección de esta artesanía símbolo de la Región Sureste de Coahuila.
A través de un recorrido ofrecido al mediodía de este sábado, Edith Leija, directora de Artes Visuales en la Secretaría de Cultura de Coahuila, comentó que la muestra aborda desde los inicios del sarape hasta sus usos más recientes, donde también se ha mezclado con otras artes y objetos.
“El origen del sarape es incierto. Si bien no sabemos cuándo surgió, lo que sí sabemos es que es un producto del mestizaje. Es una mezcla de la tilma prehispánica y de la tilma europea, de esa fusión surge”.
Fueron las migraciones durante la Colonia las que permitieron el asentamiento del sarape en Saltillo gracias a los tlaxcaltecas, quienes a su vez habían dominado a los otomíes. La expresión textil de ambas culturas se mezcló junto con visiones europeas y así nació la prenda que se conoce hoy en día.
La llamada diáspora tlaxcalteca, que incluía la migración de grandes familias pertenecientes a esta cultura, es la causante de que existan sarapes en distintas partes del país y de Centroamérica. No obstante, la tradición se enraizó en Saltillo debido al punto comercial que significó en la geografía.
La muestra se encuentra conformada por alrededor de 30 sarapes, desde 1820 hasta la actualidad, en los que es posible también ver el paso del tiempo y cómo la tradición ha ido cambiando sin perder su esencia.
Su primera sala habla precisamente del origen que ya se mencionó. Cabe destacar que esta prenda sólo era usada por ciertas castas durante el Virreinato.
“¿Qué es lo que define a un sarape de otro tipo de textil? Por ejemplo, el sarape de Saltillo también era conocido por ser impermeable por la lana y lo apretado de su urdimbre (que tenía 50 hilos por pulgada). A su vez, una de sus principales pruebas para saber si era un sarape de calidad, era acercarle un encendedor para ver si prendía en llamas, pues la lana es difícil que prenda”.
Así mismo, se muestran trabajos de maestros coahuilenses como Rubén Tamayo, quien recuperó la técnica del sarape colaborativo (donde destacan rostros de personajes históricos), misma que tuvo su auge hasta mediados del siglo XX, sobre todo en Guadalupe, Zacatecas.
De igual manera, se realiza un homenaje al desaparecido maestro Gerónimo Luna (1924-2012), a través de su último sarape inacabado, que fue “completado” por Rubén Tamayo sin intervenirlo y sólo añadiendo una esquela.
Por último, destaca la participación de la Escuela del Sarape de Saltillo, fundada en 2009, donde los nuevos artesanos han experimentado con el sarape en otras latitudes, pero sin menguar la tradición.
La exposición Territorios del Sarape. Rescate e innovación, estará en el Museo del Pueblo de Guanajuato hasta el 24 de abril de 2022, en horario de martes a sábado de 10:00 a 19:00 horas y domingos de 10:00 a 15:00 horas.
