
La importancia del control prenatal radica, precisamente, en que previene problemas que a la hora del nacimiento pueden traer grave daño al recién nacido. (ARCHIVO)
Un bebé que nace antes de la semana 30 de gestación, tiene mayor riesgo de padecer secuelas neurológicas, pulmonares, oculares y psicológicas, además de sufrir retraso del desarrollo o hiperactividad bronquial, lo que se puede evitar con un buen control prenatal.
La importancia del control prenatal radica, precisamente, en que previene problemas que a la hora del nacimiento pueden traer grave daño al recién nacido, por lo que se insta a las mujeres a llevar un óptimo control, de este modo disminuir bebes prematuros y que tanto la madre como su hijo tengan secuelas.
En el caso de la madre, la falta de un adecuado control prenatal puede provocar hipertensión o causar infecciones en las vías urinarias y, al recién nacido, padecimientos tales como órganos inmaduros, asfixia neonatal, hemorragia cerebral, retinopatías (ceguera), insuficiencias respiratorias y renales, piel delgada y problemas en los intestinos.
Un bebé prematuro que nace entre las semanas 26 y 27 tiene una probabilidad de sobrevivencia del 50 por ciento, en tanto en uno de entre 35 semanas o más, sube a 95 por ciento, porque está más desarrollado.
Por ello, se recomienda a las futuras madres acudir al médico a un control prenatal por lo menos una vez al mes y seguir todas las instrucciones, a fin de prevenir cualquier infección o mal que afecte su embarazo.