Huele a gas, huele a chivo, huele a león de circo, huele a pescado… Hay una gran cantidad de expresiones que usamos en nuestra vida diaria relacionadas, algunas veces metafóricamente con el sentido del olfato.
El gas que se usa para combustión doméstica es inodoro, no tiene olor, pero se le pone uno para que te des cuenta cuando hay un escape y que sirva como aviso de alarma. Ahora que cuando alguien dice huele a gas puede ser que se esté refiriendo a gases estomacales y ésos no necesitan que se les ponga olor porque generalmente ya lo traen, por cierto no muy agradable
Expresiones como huele a chivo y huele a león de circo indican también olores desagradables y aunque nunca me he puesto a oler un chivo, me imagino a qué huele. En cuanto al león de circo, en realidad lo del circo sale sobrando pues no creo que los leones en la selva huelan a agua de rosas.
De todas maneras con estos y muchos otros ejemplos nos damos una idea de lo importante que es el sentido del olfato en nuestras vidas. A las personas que no tienen ese sentido se les llama anósmicos. La palabra anosmia viene del griego an que equivale a sin y osmé que quiere decir olor. ¡Qué difícil debe ser vivir sin tener la oportunidad de disfrutar el aroma de las flores, el olor a tierra mojada, o el olor a comida sabrosa que nos hace despertar el hambre.
Permítame también hacer la diferenciación entre aroma y olor, porque el aroma es un sustantivo masculino que se refiere a un olor agradable, aunque a veces lo usamos irónicamente para indicar fetidez, es decir hediondez o hedor como se le llama al mal olor.
El olor a pescado lo relacionamos frecuentemente con las partes íntimas de nuestro organismo sobre todo si no se tienen buenas costumbres higiénicas. También relacionadas con la falta de higiene está la vulgar expresión huele a patas y la halitosis que sufren algunas personas cuando tienen mal aliento, aunque algunas veces no es por falta de higiene sino por problemas en el aparato digestivo.
También usamos el verbo oler en sentido figurado cuando decimos por ejemplo este asunto huele mal o cuando llega algún suceso desagradable alguno de los involucrados puede ser que diga esto yo ya me lo olía.
Hay algunos animales como el zorrillo cuya defensa es el olor. Cuando se siente atacado este bello animalito te lanza un líquido hediondo que no te lo vas a poder quitar en mucho tiempo.
Por último déjeme hacerle la aclaración de que oler y olfatear tampoco son la misma cosa, porque olfatear es –según el diccionario- oler con ahínco y persistentemente.
Escríbale a Don Juan Recaredo: La dirección de su correo electrónico es [email protected]
¡REGALE LIBROS SOBRE EL APASIONANTE TEMA DEL IDIOMA! Todos con un poco de humor. Pida información a [email protected] o bien al teléfono (0181) 8148 8141 de Monterrey, N. L.
PREGUNTA DEL PÚBLICO:
Gabriel Díaz: ¿Cómo se les dice a los que viven en San Pedro?
RESPUESTA:
Se les llama sampetrinos.
Me voy con esta reflexión: La audacia se adquiere conociendo el mundo y la discreción conociendo al hombre. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.