Iñaki Echeverría, una arquitectura social

Además de compartir su experiencia profesional con estudiantes y público en general, durante la conferencia que impartió ayer en el Tec de Monterrey, el arquitecto mexicano Iñaki Echeverría, explicó cómo ha desarrollado un lenguaje de la forma, que lo ha proyectado como unos de los jóvenes arquitectos mexicanos con proyección internacional.

Además de explicar varios de los proyectos en lo que actualmente trabaja, desde su concepción hasta su elaboración, como la fachada de Liverpool Villahermosa en Tabasco, finalista del Premio Cemex, Echeverría motivó a los estudiantes a quitar los mitos y convencionalismos que a veces no permiten el avance de la creatividad.

"El objetivo era diseñar una fachada dinámica y moderna que daría una nueva imagen. El desafío del proyecto fue encontrar un sistema de construcción sencilla y eficaz para acelerar la producción, el montaje y la instalación de la fachada y, al mismo tiempo, dar lugar a una propuesta compleja e interesante", explicó el arquitecto mexicano.

Su experiencia con el Museo del Niño Papalote Verde en Monterrey, un espacio subterráneo que integra las últimas tecnologías verdes en el edificio y apunta a una experiencia generados por los usuarios, quienes apartados de un guión, pueden personalizar su vista, hacen parte del lenguaje del arquitecto emergente.

"Además de utilizar tres materiales importantes de la región, acero, concreto y vidrio, buscábamos generar en un entorno de violencia, un mensaje que instara a lo positivo, que las cosas sí se pueden hacer, que no todo es violencia, un menaje directo para los niños", explicó el arquitecto.

Al margen de los materiales, las formas y la experimentación, Iñaki Echeverría invitó a los asistentes a su charla a integrar una nueva visión de ciudad, como un compromiso social, propio, no sólo de la arquitectura, sino de todas las disciplinas.