
Aunque parezca extraño, afeitarse puede ser beneficioso porque puede eliminarse grasa, bacterias, suciedad y células muertas, tal y como lo haría un limpiador o un exfoliante. INGIMAGE
Para algunos hombres, sobre todo chicos jóvenes, uno de los problemas más habituales cuando empiezan a afeitarse es que tienen granos en la piel del rostro, algunos con un problema de acné derivado de un exceso de grasa, muy común en la pubertad. Afeitarse puede ser igualmente positivo o negativo en función de cómo se deslice la cuchilla en la piel y el tipo que se use.
Aunque parezca extraño, afeitarse puede ser beneficioso porque puede eliminarse grasa, bacterias, suciedad y células muertas, tal y como lo haría un limpiador o un exfoliante. Evitando un exceso de estas sustancias en la piel, también se consigue una prevención de una mayor acumulación de grasa y un mayor problema de acné, con sus incómodos granos y espinillas.
Sin embargo, una cuchilla puede ser altamente agresiva para la piel, por lo que el paso fundamental es deslizar de manera suave la cuchilla por la cara. Los dermatólogos aconsejan además no afeitarse todos los días y usar un buen limpiador antes del proceso, para tener una primera ayuda en la eliminación de la grasa, que conseguirá además suavizar la piel para que el efecto de la cuchilla sea menos agresivo.
En estos casos, conviene ser responsables en todos los pasos del proceso: usar espuma especializada –y no cualquier otro producto que haga el mismo efecto– y elegir la cuchilla más sensible para la piel. Esto quiere decir que es mejor no escatimar en los mejores productos, especializados para pieles sensibles, grasas o con tendencia acneica, debido a que podemos estar evitando males mayores que pueden perseguirnos mucho tiempo. Una mala elección en el tipo de cuchilla puede pasar factura, dejando marcas que no se eliminarán en toda la vida, por lo que debe estar siempre bien afilada y nunca pasarla por encima de un grano. Es mejor dejar las áreas más complicadas para el final del afeitado, ya que habrán tenido más tiempo para hidratarse con la espuma.
De igual modo, es fundamental usar un aftershave muy hidratante, aunque antes que escoger un producto de textura lechosa pueda ser mejor un gel, que refrescará la piel grasa. Un paso recomendable es aclarar la cara primero con agua tibia y luego con agua fría, algo muy positivo porque cierra los poros que han estado expuestos, para acabar extendiendo un bálsamo hidratante que calmará la tez.