'Era de siempre estarnos protegiéndonos para no llevarle el virus al niño', dijeron. (LUCÍA PÉREZ)
Desde temprana hora, niños y padres de familia se dieron cita en el hospital para recibir una de las 200 vacunas que se aplicarían en el módulo.
Andrea Ayala, una joven adolescente, quién tiene lupus platicó que ya esperaba la vacuna contra COVID-19, aunque con miedo.
"Estoy nerviosa. Tengo miedo a la vacuna. Al piquete. Me da mucho miedo", dijo mientras sonreía de manera tímida.
Sin embargo reconoció que es mejor tener protección ante el virus.
Su padre, Andrés Ayala, también estaba nervio.
"Estoy nervioso , pero ya con más seguridad por su enfermedad.está es una protección más, pero los cuidados siguen".
Así decenas de padres de familia acompañaban a sus hijos para recibir una dosis de Pfizer. Beatriz Rodríguez, mamá de Pablo de Jesús, quién tiene parálisis cerebral derivado de un nacimiento prematuro, era otra de las personas que se dieron cita ayer.
"Estamos muy contentos de que ya le haya tocado para que esté más protegido", manifestaron.
" Era de siempre estarnos protegiéndonos para no llevarle el virus al niño", dijeron.
