
La hora del recreo es una oportunidad para que los niños se integren con otros compañeros, por eso el lunch debe ser atractivo.
La falta de tiempo o de creatividad llevan a los padres de familia a sustituir un lunch sano y nutritivo por dinero para que sus hijos compren en el recreo comida o productos con alto contenido calórico y poco valor nutritivo.
De acuerdo con la licenciada en Nutrición Claudia del Bosque Sánchez, nutrióloga de Grupo Herdez, la obesidad infantil y las enfermedades que se generan de ella podría evitarse si los padres vigilaran la alimentación de sus hijos.
En la etapa escolar, apunta, el mundo del pequeño se amplía junto con las oportunidades de comer fuera de casa.
De modo que siempre aconsejamos a los padres hablar con sus hijos para que tengan claro el horario de comida, puedan manejar cada vez mejor los utensilios, acepten la mayoría de los alimentos y decidan por sí mismos cuánto comer.
Si bien la forma más saludable de empezar el día es con un desayuno completo, también es importante para el crecimiento físico y mental de los niños apoyar su alimentación con un buen refrigerio.
Diariamente los niños sufren desgaste por las actividades desarrolladas en las horas de clase, de modo que esa pérdida de energía debe ser recuperada con el lunch o colación, una porción de alimento más pequeña que las servidas en las comidas mayores (desayuno, comida y cena) y que representa entre 15 y 20% del consumo diario de energía requerida por un menor de edad.
Estudios han demostrado que un buen lunch proporciona grandes beneficios; entre ellos, ayuda a los infantes a pensar con rapidez, prestar atención y comunicarse en forma apropiada con su entorno.
Debe incluir alimentos de los 3 grupos en cantidades proporcionalmente adecuadas con la edad, así como líquidos para evitar la deshidratación.
Para que el refrigerio cumpla su objetivo es importante involucrar a los niños en su planificación y darles a elegir los alimentos que prefieren consumir. Por ejemplo, los padres pueden preguntar ¿qué quieres llevar: zanahorias con limón o ensalada de lechuga?, ¿manzana picada o bolitas de melón? Su alimentación no tiene por qué ser un asunto complicado; por el contrario, es una oportunidad para convivir con ellos y educarlos.
Finalmente, la nutrióloga apunta que la hora del recreo es una oportunidad para que los niños se integren con otros compañeros, por eso el lunch debe ser atractivo, pero no muy abundante, porque los pequeños se sienten pronto satisfechos.
Utilizando estas recomendaciones, los padres lograrán prepararlos para crecer con entusiasmo y responsabilidad.