
Los padres de familia deben extremar cuidados en estos días de altas temperaturas.
Un poco de agua puede marcar la diferencia cuando un niño pequeño ha perdido líquidos de manera extrema.
La temporada de calor será fuerte, según los pronósticos meteorológicos, ante los cuales expertos en salud recomiendan cuidar la hidratación, sobre todo la de niños pequeños, pues la falta de agua puede causarles crisis letales.
En casa se pueden tomar las primeas medidas de emergencia, pero hay que consultar al doctor.
El tema es delicado; la doctora Graciela López Juárez explica que el clima caluroso ocasiona falta de líquidos en el cuerpo, principalmente en bebés y niños menores de cinco años. Un síntoma que se presenta regularmente en la deshidratación es la diarrea.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) las enfermedades diarreicas son la segunda causa infecciosa de mortalidad en la niñez y provocan alrededor de 1.8 millones de defunciones anuales en el mundo.
Una misión urgente es elevar las medidas higiénicas para evitar males gastrointestinales: lavarse las manos después de ir al baño y antes de comer, es clave en la buena salud.
Tarea común
Los padres de familia, maestros y personal médico deben extremar cuidados en estos días de altas temperaturas. Pues la escasez de agua y falta de higiene agudizan casos de diarrea y deshidratación.
La doctora López Juárez, especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social, precisa que “algunos síntomas que deben alertar a los padres son vómito, sudoración, poca ingesta de líquidos, ojos hundidos, boca seca o pegajosa, fontanelas hundidas en los lactantes y falta de elasticidad en la piel”.
Comenta la especialista que la deshidratación puede ser leve, moderada o grave y se mide según el porcentaje de pérdida de líquidos y sales del organismo.
Para estimarlo se compara la cantidad de agua que se elimina con la que se ingiere. Mientras menos agua consuma mayor será la cantidad de pérdida.
Al iniciar la deshidratación, el niño elimina menos orina y no llora con lágrimas, se ve “aparentemente sano”; cuando es moderada, los pequeños tienen la boca seca, orinan muy poco y están decaídos; y en la grave, que puede causar la muerte, los síntomas característicos son taquicardia, estado letárgico, ojos hundidos y presión baja.
Rehidratación a tiempo
La reposición oral de líquidos y sales con sueros es la tarea inicial y urgente. Es importante acudir al médico. En los consultorios del IMSS se capacita a las madres sobre la hidratación y alimentación del lactante.
La doctora López Juárez dice que ante algún síntoma, y cuando se carece de suero, se debe suministrar una solución casera como “limonada alcalina”, que se prepara con un litro de agua, el jugo de dos limones, una cucharada de bicarbonato de sodio y azúcar al gusto, sin medicar al niño.
Acudir al médico es determinante, sobre todo antes que el pequeño sufra deshidratación moderada o severa.
Es importante prevenir todos estos síntomas en niños y bebés quienes, incluso, cuando están bien de salud, deben consumir muchos líquidos todos los días y evitar bebidas con altos índices de azúcar o saborizantes.