
Las manos siempre están visibles y realizan cientos de actividades durante el día.
Las manos son una de las cartas de presentación más importantes, un arma de seducción, una herramienta de trabajo y un área del cuerpo que, al igual que el rostro, se reseca y envejece por su permanente exposición a las agresiones externas.
Es fundamental brindarle a las manos los mismos cuidados y mimos que damos al rostro, para conservarlas bonitas, porque agua y jabón no son suficientes.
Sus enemigos
Las manos siempre están visibles y realizan cientos de actividades durante el día; su piel (incluyendo las uñas) está expuesta al desgaste ocasionado por el contacto directo con polvo, químicos, detergentes, contaminantes, agentes infecciosos e incluso la radiación solar.
Todo ello puede generar alergias, irritación, infecciones y envejecimiento prematuro.
Además, las manos también pueden verse afectadas por padecimientos crónicos de la piel, como soriasis, enfermedades del colágeno (lupus y artritis), y otras para las cuales se requieren diversos tratamientos individualizados.
¡Cuídalas!
Higiene:
En primer lugar, es fundamental mantenerlas limpias. Se deben lavar después de realizar cualquier actividad, pero no con cualquier jabón, porque muchos tienen ingredientes que las resecan.
Los mejores son los que contienen miel, lanolina y vitaminas.
Hidratación:
Una vez lavadas, hay que proteger su hidratación con cremas o fluidos hidratantes, los cuales se deben aplicar desde la punta de los dedos hasta el antebrazo. Con esto, además, se promoverá la circulación sanguínea y al tiempo de hidratarlas se reafirmará la piel si se elige algún productos que contenga sustancias para combatir la flacidez.
También es necesario usar cremas con FPS (Factor de Protección Solar) ya que, junto con la cara y el escote, las manos son la parte del cuerpo que más se expone a las radiaciones solares.
Mascarillas:
Si a pesar de seguir estas sugerencias, la piel de las manos sigue áspera, conviene recurrir a las mascarillas especializadas, cuyo propósito es hidratar, tonificar y nutrir la piel.
Cuidados especiales:
En casos extremos, es necesario someterlas a tratamientos especializados, para devolverles la hidratación y la juventud.
Por ejemplo, la infiltración de productos especiales, como Restylane Vital, elaborado con base de ácido hialurónico (y que se aplica mediante pequeñas punciones), les devuelve la hidratación y les aporta volumen, si lo requieren.
Se trata de un proceso no quirúrgico, rápido (20 minutos) y sencillo que es posible realizar en el consultorio del médico especializado.
¿Y las uñas?
Estas deben cuidarse también, ya que influyen positiva o negativamente en la apariencia de las manos.
Si tienes el tiempo, es bueno acudir a la manicurista una vez al mes. En caso contrario, arréglalas tú con precaución, para que no te lastimes.
Si tienes uñas postizas, debes ser muy escrupulosa con su aseo y mantenimiento.