Representantes de la ONU visitaron un albergue en Frontera y les llevaron un mensaje de esperanza.
Los representantes de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que visitaron el albergue temporal de migrantes haitianos en Ciudad Frontera, les llevaron un mensaje de esperanza a los viajeros centroamericanos. De los 53 afrohaitianos hospedados en el refugio, únicamente cinco hablan español y el resto solo conoce su idioma nativo, que es el francés.
Los representantes de la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR, por sus siglas en inglés), dialogaron con ellos para explicarles sus derechos como migrantes en suelo extranjero. El ACNUR apoya los esfuerzos del Gobierno de México de salvaguardar los derechos y el bienestar de las personas que se han visto obligadas a huir de sus países.
Trabajan en asegurar que las personas que huyen de la violencia y persecución tengan derecho a recibir protección y solicitar asilo y ofrece opciones de soluciones duraderas que fomentan la integración en el país receptor a partir de alianzas con socios y comunidades de acogida.
Tiene en México la capacidad para capacitar a funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM), de cuerpos de policía, y de autoridades de los tres ordenes de gobierno para el legal y adecuado trato a los migrantes.
En Ciudad Frontera se ofreció apoyo para facilitar la integración de las personas refugiadas que decidan quedarse y establecerse.
Además de la gestión para solicitar asilo como refugiados, ACNUR ofreció a los haitianos asistencia legal y podría buscar ayuda material a refugiados, implementada por la organización Sin Fronteras IAP en Ciudad de México.
El albergue en el que los extranjeros se encuentran hospedados, opera de manera temporal pero la pastoral de migrantes de la diócesis de Saltillo estructura la operación permanente del lugar.
La Casa de Migrantes, ubicada en el templo de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, perteneciente a la parroquia del Verbo Encarnado, fue declarado de manera legal refugio temporal para proteger a los centroamericanos.
Las autoridades migratorias no podrán molestarlos en un perímetro de cinco kilómetros a la redonda de acuerdo a la ley.
