SYDNEY, Australia (Reuters) .- Mientras el escargot es considerado una delicia de la cocina francesa, comer caracoles de jardín podría ser fatal.
Médicos australianos descubrieron el riesgo después de que un paciente con raros síntomas dijera que había comido dos caracoles de jardín como parte de una apuesta.
Tras semanas de exámenes, el hombre fue diagnosticado con meningitis eosinofílica -un mal pulmonar causado por la ingestión de moluscos, que albergan parásitos de larvas de lombriz que provocan la enfermedad pulmonar-, se informó en el Medical Journal de Australia.
"Varias entrevistas con el paciente lograron revelar que hacía cinco semanas, y como parte de una apuesta, había consumido dos caracoles de un jardín en un suburbio de Sydney", dijo el coautor del informe John Walker, del Departamento de Medicina de la Universidad de Sydney.
"Los humanos pueden alojar accidentalmente la larva, al consumir moluscos o crustáceos crudos, mal cocidos o verduras contaminadas", explicó Walker.
Tras cinco meses de tratamientos, el paciente logró volver a hacer su vida normal.
El parásito angiostrongylus cantonensis es la causa más común de la meningitis eosinofílica, y es endémico en el sudeste de Asia y la cuenca del Pacífico
En Australia, la primera infección por este parásito se registró en 1971. Desde entonces se ha sabido de un caso fatal: un niño que consumió moluscos de un jardín suburbano en Brisbane.