La conmemoración del 2 de octubre reunió en Saltillo a 20 colectivos que recordaron la masacre de Tlatelolco, al mismo tiempo que exigían la apertura de la Plaza de Armas en Saltillo, que está cerrada desde hace dos semanas.
La conmemoración del 2 de octubre reunió en Saltillo a 20 colectivos que recordaron la masacre de Tlatelolco, al mismo tiempo que exigían la apertura de la Plaza de Armas en Saltillo, que está cerrada desde hace dos semanas.
Colectivos que luchan por los derechos de los jubilados del magisterio, hasta los migrantes, familiares de desaparecidos y defensores del agua se dieron cita en la Alameda Zaragoza para marchar hacia la Plaza de Armas.
El recorrido estuvo blindado por elementos de seguridad. Mientras que la plaza de Armas permanecía cercada.
Fue a las 16:30 horas que cientos de personas se dieron cita en la Alameda en donde cada colectivo sostiene mantas con consignas a favor de los derechos humanos. "libera la plaza " y " Riquelme represor aplaca tu furor" eran parte de las frases.
A las 17 horas partieron rumbo a la Plaza Tlaxcala.
Al frente policías en motocicletas y una patrulla escoltaban la marcha como marca el protocolo en estos casos. Seguido de ellas, una camioneta blanca y detrás el maestro jubilado Gustavo García, quién micrófono en mano entonaba las consignas que se replican entre los manifestantes.
El 80% de los asistentes vestían de blanco, como símbolo de paz. Las primeras filas de personas se caracterizaban por ser adultos mayores. En medio del contingente sobresalía el Obispo emérito de Saltillo, Raúl Vera, quién portaba su vestimenta eclesiástica.
Seguido de ellos se encontraban adultos y jóvenes. El colectivo San Aelredo, de la comunidad LGBT también se hizo presente al igual que la casa del migrante.
En su recorrido los ciudadanos daban muestra de apoyo, otros más tomaban fotos y hubo quien se unió a la marcha.
Mientras caminaban también pegaban calcas en postes con la leyenda "liberen nuestra plaza".
Una vez que llegaron a la Plaza Tlaxcala se colocaron en la explanada en donde había cinco filas con ocho sillas cada una, destinadas para las personas de la tercera edad.
Cada colectivo colocó al frente su manta, en ellas se leía "el pueblo no se calla con actos de canalla" . Así como otra en donde se pedía solución a los problemas de urbanización en los Arroyos 12 y 4.
Una vez colocadas las mantas y con el sonido instalado los líderes de los colectivos y defensores de derechos humanos tomaron la palabra.
El maestro Gustavo García criticó el cierre de la plaza, y pidió al gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís que atienda las necesidades del magisterio donde hay deudas por más de mil 300 millones de pesos que afectan el acceso a la salud y pensiones.
El obispo de Saltillo, Raúl Vera, también tomó el micrófono. Recordó que en su juventud vivió en la Ciudad de México y asistía a todas las marchas con excepción de la realizada el.2 de octubre porque le habían pospuesto su examen profesional.
Sin embargo dijo que la masacre de Tlatelolco marcó su vida. Tuvo un cambio de visión para trabajar a favor de la gente.
Y abordó el problema que existe en la entidad a causa de la crisis financiera del magisterio. Dijo que los maestros integrantes de la Coalición Magisterial no están pidiendo dádivas sino lo que les corresponde después de toda una vida de trabajo.
"Quieren simplemente que aparezca lo que ha sido robado… Es posible un mundo diferente y aquí se respira ese ánimo de esperanza y lucha".
Cabe recordar que previo a la marcha, Raúl Vera, lanzó un llamado al gobernador de Coahuila para que abriera la emblemática Plaza de Armas , pero esto no sucedió.
Durante el desarrollo de esta concentración hubo incidentes entre un grupo reducido de personas con policías, sin embargo al ocurrir los asistentes pidieron orden y no violencia contra ciudadanos , ni policías. "No caigamos en confrontaciones" repetía de manera constante el maestro Gustavo García.
El saldo fue de cinco detenidos entre ellos un menor de edad.
Los maestros manifestaron temor al indicar que había personas que buscaban alterar el orden de manera intencional.
Al cierre de edición se sabe que ninguna de las situaciones se salieron de control. Y la marcha concluyó al grito unísono de abrir la Plaza de Armas.
