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La máscara II

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ALEJANDRO TOVAR

Si un libro abierto es un cerebro que habla, hay uno que nos dice de Don Guillermo Alvarez Macías (f) el precursor de la cementera y creador del Cruz Azul de ensueño, que seguramente volvería a morir si viera de cerca lo que sus sucesores han hecho con la Cooperativa y el equipo, aunque le encantaría ver a los muchachos de Reynoso que viven ilusiones con azul de esperanza.

Ese grupo mira a todos con ojos desafiantes, instalados en el tercer piso y aunque no está a salvo de angustias e incertidumbres, tiene la fortaleza de las legiones romanas para defenderse y al Cabecita, artista del juego, goleador con larga mirada que luego su cerebro interpreta. Este equipo no vive con nostalgias, como ventanas del mundo emocional. Este planea, crea y ejecuta.

Enfrente, Miguel Herrera sigue creyendo que él forjó la realidad del América de Solari y bien, tiene el derecho de hacerlo pero no la razón, porque el argentino ha formado un bloque compacto partiendo desde Ochoa, pasando por Aquino y repartiendo por todos los demás sectores como una serie de salvoconductos para horadar trincheras. Su despliegue del sábado en Monterrey, no fue azar, sino destino. Esa oncena que viaja descubriendo en cada partido, otros nuevos paisajes.

Ambos, son los dueños del show local y el resto son comparsas que luchan por un sello de equilibrio, sin conseguirlo, inmersos en la consabida irregularidad del futbol mexicano y esas batallas nos llevan, como las campañas políticas que vivimos, a un estado de promesas y actitudes cíclicas, donde los medios impulsan y predicen espectáculos que solo acuden a su imaginación pues ejecutan con ideas arcaicas y aunque el futuro nunca será nuestro, la idea es de controlarnos.

Y ya en casa, Almada seguramente visitó al cardiólogo porque en cada partido, sobre todo los últimos tres, donde sacó un punto de nueve, se le ha visto a punto del infarto, también con el deseo de entrar con Elizalde a cabecear un córner pero Santos Laguna no está en la lona y con el futuro indeciso porque le falte idea o planteamiento, sino porque tiene muchas bajas y un banco sin profundidad. En pocas palabras, ese equipo se esfuerza pero solo puede dar lo poco que tiene.

El DT no puede hacer milagros y el club con una de dos. Una, orgulloso porque en Querétaro jugaron siete canteranos. Segunda, verlos con ojos de ambición porque pueden venderlos, según la tradición y la historia que hemos visto.

Además, tiene extranjeros que limitan su rendimiento como el caso Jeraldino e Ibargüen. Si estuvieran a punto, Almada no pondría a los chicos nuevos.

Si Ayrton necesita tiempo para reencontrarse, luego de dos años en el limbo, ¿este equipo lo tiene para dárselo?. Y da inquietud el hecho de que se le destinen árbitros de tan escaso nivel como Fernando Hernández. Permitió siete faltas de Mendoza sin amonestar por reincidir. Doldán casi le arranca la cabeza a Muñoz y antes golpeó los tobillos de todos, sin que se enterase. Tal vez el futuro nunca será perfecto pero lo primero es proteger a Almada de un infarto y que Santos logre dominar a sus fantasmas. 

Alejandro Tovar // [email protected]

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