Este jueves se llevó a cabo una ceremonia en el obelisco que se construyó en la entrada del municipio de Allende, a 10 años de registrarse uno de los hechos más violentos y sangrientos en la historia reciente de Coahuila.
Este jueves se llevó a cabo una ceremonia en el obelisco que se construyó en la entrada del municipio de Allende, a 10 años de registrarse uno de los hechos más violentos y sangrientos en la historia reciente de Coahuila, que generó la desaparición de cientos de personas en la región norte de Coahuila.
Para ello, la organización civil de familias de personas desaparecidas, denominada Alas de Esperanza del municipio de Allende, convocaron a dicha ceremonia a los alcaldes de los municipios que conforman la región de los cinco Manantiales, acudiendo solo dos de ellos y representantes de los tres municipios restantes.
“Hoy 18 de marzo se cumplen diez años de aquel fatídico suceso que, a la fecha, continúa la herida abierta a causa de la desaparición forzada masiva nunca antes presenciada en el Norte del estado de Coahuila” fue lo que manifestó Serene Juárez Flores, representante del colectivo Alas de Esperanza.
Señaló que la población tiene conocimiento de causa por lo que atravesaron algunos, ya que vivieron la incertidumbre de sus familiar desaparecido, señalando que se les fueron arrebatados sin imaginar la magnitud del daño que les causaron. Eso sin contar que debido a esto perdió a su madre, padre o algún otro miembro de la familia, porque nos quitaron un pedacito de nuestra vida.