En el centro de una importante discusión global sobre el futuro, se encuentran las ciudades. Más de la mitad de la población mundial vive ya en zonas de más de 300 mil habitantes. En México, el 77% de la población está concentrada en centros urbanos que se han convertido también en la fotografía más clara de las problemáticas que enfrentamos como país en términos de desarrollo y perspectivas de calidad de vida para la mayor parte de la ciudadanía.
El Programa Global Future Cities, iniciativa de ONU-Habitat, ha planteado una agenda urbana que propone la construcción de ciudades que brinden servicios eficientes, mayores oportunidades y una mejor calidad de vida. En ese sentido, la manera de movernos de un lado a otro en una zona metropolitana constituye un parámetro que incide directamente en la calidad de vida y las oportunidades de desarrollo humano de quienes habitamos una, y depende en gran medida de los servicios de transporte e infraestructura que ofrecen. Así lo evalúan también otras mediciones de competitividad, nacionales e internacionales.
A propósito del tema, la semana pasada tuvimos el gusto de compartir una charla en las plataformas de Metrópoli Laguna impartida por el doctor Francisco Valdés Perezgasga, integrante del colectivo ciclista Ruedas Del Desierto, sobre la seguridad vial en la Comarca. En ese espacio el expositor presentó cifras de siniestros de tránsito, especialmente en los municipios de Torreón y Gómez Palacio, que presentan la mayor afluencia vehicular entre los municipios de la zona, y también un alto número de muertes e incapacidades provocadas por estos percances.
El objetivo de toda planeación para la prevención de estos eventos, debe ser la Visión Cero en gestión de seguridad vial. Es decir, que la meta no se plantee en términos de reducir el número de siniestros, sino de eliminarlos por completo. Para ello, debemos tomar en cuenta variables como la señalización, la aplicación puntual de los reglamentos vigentes, y especialmente, para evitar muertes ocasionadas por éstos, una reducción de los límites de velocidad para automóviles en todas las calles.
Tales medidas, además, deben contemplar desde su regulación e implementación una visión metropolitana de la movilidad. Es decir, que tanto reglamentos como planes para mejorar la cultura vial en nuestros municipios, así como montos en las multas e incluso protocolos de actuación de elementos de vialidad, deberían ser producto de una coordinación institucional entre las direcciones encargadas de estas gestiones de todos los municipios laguneros. Hoy no ocurre. Hoy sucede que en el municipio de Torreón está por aprobarse un aumento a los límites de velocidad en su tramo del periférico (y otras de las denominadas vías rápidas), mientras que la alcaldesa de Gómez Palacio anuncia un operativo para prevenir accidentes que buscará hacer respetar el límite de 60 km/hr actualmente vigente, en el tramo que corresponde de la misma vialidad a ese municipio.
Por otro lado, en días pasados fue presentado el documento "Movilidad 4S" por la Sedatu. Se trata de una serie de medidas y propuestas que se construyeron a partir de la colaboración con organizaciones especialistas de todo el país, incluida Ruedas Del Desierto, para transformar la movilidad en las ciudades hacia una que sea más sustentable, segura, sana y solidaria. Seguir promoviendo el uso del automóvil no apunta hacia ninguno de esos objetivos, y construir infraestructura para ellos es infinitamente más costoso que diseñar calles seguras para peatones y ciclistas, así como ofrecer servicios de transporte público más eficientes, a menor costo y de mejor calidad para cualquiera de sus usuarios.
