Columnas la Laguna

VIDA CAMPIRANA

DÍA DE LA TIERRA

MVZ MARTHA LOURDES ROBLES ARELLANO

El próximo miércoles 22 del presente mes se conmemora el Día Internacional de la Madre Tierra, fecha que fue instaurada en 1970 y que tiene como objetivo hacer conciencia sobre la importancia que tiene nuestro planeta para tener una vida saludable y cuidarla en equilibrio para las generaciones presentes y futuras, este año esta fecha se conmemorara bajo el lema "acción climática". Hablar de nuestra casa grande llamada Tierra es sinónimo de vida, pues es este hermoso planeta quien nos provee de todo lo que los seres que en ella habitamos requerimos para vivir, porque nos proporciona de manera generosa los alimentos, el agua, el aire y todo, pensando en todas las criaturas que en ella habitamos y ella como buena madre nos alimenta y da abrigo, ¡oh, Madre Tierra! cuánto te hemos dañado, cuánto a diario por ignorancia o codicia te hemos lastimado. Sí, esa codicia que muchos te han ido agotando y tú como buena madre te niegas a morir porque sabes cuánto tus hijos te necesitamos.

La Tierra también como buena madre es muy sabia y ha reaccionado con alegría al ver despejadas las calles de nuestra presencia. Hoy la naturaleza retoma lo suyo y ocupa lo que un día fue muy de ella, hoy con gran alegría vemos cómo las aves se manifiestan con cantos de algarabía, cómo revolotean las coloridas mariposas y cómo se entremezclan los matices en verde de los árboles plantas y yerbas, las alegres y trabajadoras abejas han aparecido nuevamente y nos damos cuenta cómo ha crecido su población, el cielo es más azul, el sol más radiante, hoy el aire es más puro porque hay menos contaminantes.

Sentada en mi mecedora en mi jardín me entusiasma ver tantas maravillas que la naturaleza nos ofrece día a día, pero esta vez muy sorprendida quedé al posarse en mi árbol mazahua que estaba muy cerca de mí, y entonces llegó un bello pájaro carpintero desplegando su majestuoso plumaje, con su copete y su largo pico que buscaba afanoso el alimento en algún hueco, esto en otros días no era usual.

En esta cuarentena hemos tenido esos preciosos remansos de tiempo para convivir desde nuestro entorno que es el jardín y maravillarnos con las plantas insectos y todo lo que se compone que parece pequeño pero es una gigantesca obra dentro del medio ambiente, los jardines parecen haber enloquecido por tantas flores de colores que atraen la vista de quienes podemos admirarlo. No cabe duda que los humanos hemos abusado de los espacios que antes correspondían a los animales, en esta cuarentena a través de videos nos percatamos cómo en muchos lugares los animales silvestres se han acercado a las playas y retozan alegremente en una sublime comunicación plena con la naturaleza y sabemos también como otras especies silvestres como osos, coyotes y pumas han llegado a las ciudades que antes por nuestra presencia temían y con razón pues estos espacios no son de ellos y hoy los toman solo provisionalmente.

Qué hermoso sería que nuevamente el mundo de una manera inteligente podamos convivir con la naturaleza en una bella armonía, donde no existan los cazadores que a los animales exterminan, que no existan contaminantes que atenten contra nuestros insectos, que no exista más contrabando de especies animales y vegetales con fines de lucro.

Este año 2020 conmemorar el día de la tierra será muy especial, pues a causa de esta pandemia no se llevarán a cabo actividades que en otros años sí habían realizado como plantación masiva de árboles, promover reciclaje y concientizar al mundo mediante pláticas colectivas en escuelas y centros sociales, pero hoy nosotros podemos hacerlo con un corazón dispuesto y aportar desde nuestro hogar algo por el bien de nuestro planeta como plantar al menos un árbol, no utilizar aerosoles, ni pesticidas en el campo, respetar toda forma de vida en la naturaleza, reciclar y muchas acciones más que aunque parezcan obras pequeñas son muy significantes para salvar a nuestra madre tierra.

A continuación, una profunda reflexión cuyo autor es el Doctor Walter C. Lowdermilk (1888-1974) de origen estadounidense de profesión ingeniero agrónomo y forestal conservacionista del suelo que trabajó en países de todo el mundo para ayudar a proteger y recuperar tierras con el fin de alimentar mejor a su población muy especialmente dedicada para los productores del campo y alusiva a la temática de hoy.

EL UNDÉCIMO MANDAMIENTO

¨Heredarás tu santa tierra como su fiel sirviente, conservando de generación en generación sus recursos y su productividad. Salvaguardarás tus campos de la erosión, evitarás que se sequen las aguas vivientes de tu heredad, protegerás tus florestas de la desolación y tus colinas de excesivo pastoreo de los rebaños, de manera que tus descendientes puedan disfrutar de eterna abundancia. Si fallares en esta servidumbre a la tierra, tus heredades fructíferas se convertirán en campos pedregosos y estériles y en barrancas inaprovechables, y tus descendientes disminuirán y vivirán en la pobreza o desaparecerán de la faz de la tierra.¨

Como siempre al finalizar una reflexión ilustre para meditar.

Hay que cuidar y guardar la Madre Tierra para que nuestros hijos y nuestros nietos sigan percibiendo sus beneficios. Rigoberta Menchú, indígena guatemalteca premio nobel de la paz 1992.

"COMUNICAR ES SERVIR"

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