De acuerdo con la más reciente evaluación de desempeño ambiental en la industria siderúrgica, con un requerimiento de 6.27 metros cúbicos de agua por tonelada de acero líquido producida, frente a un promedio internacional de 28.4 litros, Altos Hornos de México (AHMSA) es vanguardia a nivel mundial en optimización del recurso natural. (SERGIO RODRÍGUEZ)
De acuerdo con la más reciente evaluación de desempeño ambiental en la industria siderúrgica, con un requerimiento de 6.27 metros cúbicos de agua por tonelada de acero líquido producida, frente a un promedio internacional de 28.4 litros, Altos Hornos de México (AHMSA) es vanguardia a nivel mundial en optimización del recurso natural.
Adicionalmente, dos tercios del agua destinada por AHMSA a los procesos corresponde a líquido proveniente de plantas de tratamientos de aguas negras industriales y urbanas, y únicamente un tercio es de agua cruda captada en pozos.
Dado que la siderurgia es una industria con requerimiento intensivo del líquido y por situarse AHMSA en una zona semidesértica, desde la privatización se puso el acento en el uso racional y reaprovechamiento del agua, como prioridad en todos los aspectos de control ambiental.
En ese marco se ha venido aplicando un programa integral de optimización para mayor uso de líquido tratado y reducción de agua de pozo, lo que implicó invertir en una planta de tratamiento de aguas negras para reutilizar la mayor parte del caudal captado por la red sanitaria de la zona conurbada de Monclova y Frontera.
La planta original, que opera desde 1998, fue sometida a un proceso posterior de ampliación y mejoramiento tecnológico, para alcanzar una capacidad actual de 650 litros por segundo y es un ejemplo exitoso de la aplicación de sistemas de alta tecnología para regeneración destinada a uso industrial y cuidado de los recursos acuíferos.
Asimismo, en inversiones posteriores como el Proyecto Fénix, la acería eléctrica y las nuevas plantas de laminación, se contemplaron tecnologías para disminuir el uso del líquido y a la vez instalaciones de recuperación, enfriamiento y tratamiento de aguas grises, para ampliar su recuperación.
En su conjunto esas acciones y la concientización del personal operativo han hecho posible que la empresa se mantenga en niveles de 6 metros cúbicos de agua por tonelada de acero producida y frecuentemente incluso se sitúe por debajo de ese parámetro.
